El árbitro del Balona-Dos Hermanas afirma en el acta que no expulsó al portero local Antonio Hermosín
Real Balompédica Linense | Tercera Federación
El cordobés Rafael Soler asegura por dos veces que sólo amonestó al guardameta balono y el club elevará una pregunta a la Andaluza
(2-2) La Balona salda con empate una tragicomedia
El surrealismo que acompañó al Real Balompédica Linense – Dos Hermanas CF 1971 (2-2) del domingo no acabó con el pitido final del colegiado cordobés Rafael Soler Romero. El trencilla, que decretó cinco penaltis y tres expulsiones -decisiones todas acertadas- cometió un error de bulto en la confección del acta, ya que en la misma señala que no mostró tarjeta roja—como de hecho sucedió—al guardameta balono Antonio Hermosín, sino que le amonestó. La entidad de La Línea elevará una pregunta al Comité de Competición de la Federación Andaluza para saber si puede contar con el guardavallas sevillano en el encuentro de la última jornada de 2025, el que le enfrentará al CD Utrera en el San Juan Bosco el próximo domingo (12:00).
Era demasiado fácil que el Balona–Dos Hermanas, que quedará para el recuerdo como el partido extraño por antonomasia- acabase con el pitido final. Un hecho que se produjo segundos después de que Cascajo hubiese marrado en el minuto 100 una pena máxima que hubiese permitido al conjunto de casa hacerse con la victoria a pesar de que estaba en inferioridad numérica desde el minuto 73.
Rafael Soler, que decidió completar el acta en ruta de vuelta a casa y no en el estadio, asegura en la misma que en el minuto 62 “el jugador Hermosín Ordóñez, Antonio Miguel, fue amonestado por el siguiente motivo: derribar a un contrario en la disputa del balón deteniendo con ello una ocasión manifiesta de gol, fuera del área de penal”.
En el apartado tarjetas, en el que se constata como rojas directas las del delegado, Manuel Sevilla, y segundo entrenador del Dos Hermanas, Juan Velasco, junto al nombre de Antonio Hermosín se lee “amarilla”.
Como quiera que el acta arbitral goza del principio de presunción de veracidad (o presunción de certeza), lo que significa que los hechos e incidencias consignados por el árbitro en el documento oficial se consideran ciertos y veraces por los órganos disciplinarios de las federaciones, la Balompédica va a solicitar al Comité de Competición que le detalle con exactitud qué jugadores no pueden alinearse en el duelo con el Utrera.
Los albinegros son conscientes de que la Andaluza asumirá que se produjo un "error material manifiesto" y que Antonio Hermosín será sancionado y, por lo tanto, el canario Brian Mahugo disfrutará de su primera titularidad.
El desenlace del partido
Un hecho que pasó casi desapercibido para los aficionados presentes en el Ciudad de La Línea tuvo mucho que ver con el penalti malogrado por la Balona en el minuto 100. Rafael Soler anunció que añadía ocho minutos a la segunda mitad, pero decretó la falta de Leal sobre Zaki en el 99:35, es decir, ya había sobrepasado el tiempo previsto, que el árbitro había alargado porque entendía que el equipo de casa -que estaba en inferioridad numérica- había estado perdiendo tiempo.
Las imágenes de televisión demuestran que el trencilla se dirige a varios jugadores del Dos Hermanas y al balono Aschalew Sanmartí con un gesto significativo de que el partido está acabado.
La decisión es correcta, por cuanto no solo se puede sino que se debe prolongar el juego para que se ejecute un penalti; de hecho, es la única excepción.
Sin embargo, el colegiado no debió permitir que los jugadores no implicados en la jugada (el portero y el lanzador) esperasen junto a la línea frontal del área grande un hipotético rechace al que ya no había lugar. Es decir, debió darse una situación similar a la de una tanda de desempate, con el resto de los protagonistas del partido alejados del área.
Por ello, cuando el meta Ángel Lozano detiene el lanzamiento de Cascajo (100:58), el partido llega a su fin. Varios de los futbolistas que estaban en el terreno de juego certifican que el árbitro hizo sonar su silbato para decretar la finalización de la contienda antes de que el atacante balono recogiese el rechace y lanzase de nuevo a puerta, encontrándose de nuevo con el meta rival.
Es cierto que toda esa situación está amparada por el reglamento, pero, después de todo lo vivido en el Ciudad de La Línea ¿no hubiese sido aún más liderante si el partido acaba con un gol anulado en el 101?
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