La Comisión Europea intenta salvar en Bruselas la negociación sobre Gibraltar tras el Brexit
Salida de la UE
Las conversaciones sobre el tratado llevan diez meses encalladas en puntos clave como el control del paso fronterizo
Las delegaciones celebran la novena ronda en Bruselas sin mucho margen para seguir prorrogándolas
Ha transcurrido poco más de un año desde la primera ronda de negociación sobre Gibraltar y el posible acuerdo está en la cuerda floja. Aunque los técnicos de la Unión Europea y el Reino Unido ya alcanzaron un consenso en gran parte de los puntos (aproximadamente un 90% de los 300 artículos que compondrían el futuro tratado) lo que resta es tan sustancial que podría desmoronar las conversaciones este mismo viernes. Sobre todo porque no se ha producido ningún avance desde hace casi diez meses y no hay visos de que se vaya a producir.
La delegación británica sigue sin aceptar la propuesta de la Unión Europea -"la más generosa" que jamás se haya hecho sobre Gibraltar, según fuentes cercanas a la negociación- por lo que planea la amenaza de que esta concluya sin acuerdo. Con firme intención de evitarlo, los negociadores de la Comisión Europea se encuentran este jueves y viernes en Bruselas para retomar la novena ronda.
La intención es volver a poner sobre la mesa propuestas todavía más matizadas sobre esos apartados delicados que contribuyan a desatascar la negociación a la vista de los desacuerdos que quedaron de manifiesto en anteriores citas. En octubre se celebró una reunión breve -en medio de la aflicción en Londres por la muerte de Isabel II- como antesala del encuentro que ha comenzado este jueves, por cierto celebrado tras varios retrasos y cuando no acaba de extinguirse del todo la tormenta política que se cobró el puesto de dos primeros ministros (Boris Johnson y Liz Truss) con sus respectivos gabinetes detrás.
Ahora, los negociadores que representan al Gobierno del nuevo primer ministro, Rishi Sunak, escuchan a la delegación europea -con España con voz y voto relevante- sobre temas tan delicados como el papel militar del Peñón o el modo en que se controlará el paso por la Verja.
La negociación tiene como base el memorándum de entendimiento que firmaron los gobiernos británico y español el 31 de diciembre de 2020 en el que se prevé la futura supresión del paso fronterizo y trasladar los controles fronterizos en el Peñón al puerto y el aeropuerto. España es la responsable de los controles a las personas que buscan ingresar en la zona Schengen a través de Gibraltar por el paso fronterizo de La Línea. Durante los primeros cuatro años, los agentes españoles llevarían a cabo esos controles con la asistencia de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Los británicos pretenden que no haya agentes españoles, solo Frontex, lo que para la UE es imposible.
Coincide que, en un momento tan delicado de la negociación sobre la Roca, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha viajado a Bruselas para continuar con los preparativos de la Presidencia rotatoria que España asumirá en el segundo semestre de 2023.
En esta ocasión, Albares se reunirá con el vicepresidente de la Comisión encargado de Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, y con el comisario de Mercado Interior y Servicios, Thierry Breton, así como con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
Albares tendrá por tanto ocasión de palpar el sentir de la Comisión Europea acerca de Gibraltar de primera mano, ya que Sefcovic es el vicepresidente comunitario responsable de las relaciones con Reino Unido. Además, se da la circunstancia de que el eslovaco acaba de regresar de Londres, en donde participó en una asamblea conjunta de diputados británicos y europeos.
A principios de noviembre, en un alarde de optimismo, el Gobierno de Gibraltar afirmó que "se espera que haya más rondas en el último trimestre de 2022". "Las negociaciones se han llevado a cabo en un ambiente constructivo y de cooperación y, aunque se ha avanzado, es necesario que las conversaciones continúen para que las partes intenten resolver las complejas cuestiones que siguen pendientes", dijo en un mensaje con mucho más de deseo que de realidad.
"El Gobierno sigue comprometido con el acuerdo marco como camino a seguir y trabajará para que se llegue a un acuerdo porque eso redundaría en beneficio de todas las partes. Sin embargo, dado que ni el Reino Unido ni Gibraltar podrían aceptar un acuerdo que sacrificara aspectos fundamentales o pusiera en peligro la prosperidad futura de Gibraltar, debemos estar preparados para abandonar la negociación", advirtió.
"Dado que abandonar la negociación para proteger los intereses de Gibraltar sigue siendo una posibilidad, el Gobierno tiene el deber de preparar a Gibraltar para la posibilidad de un Resultado No Negociado (Non-Negotiated Outcome, NNO). Esto no significa que no vaya a producirse un acuerdo, sino que el Gobierno tiene la obligación de prepararse para la alternativa. Nos estamos preparando para un acuerdo y para la falta de acuerdo al mismo tiempo", apostilló.
El Gobierno de Fabián Picardo, que esta semana ha estado en Londres para preparar la negociación, acompañó su comunicado de una nota técnica en la que pedía a las empresas que se preparen para lo peor.
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