Gibraltar

El Brexit doblega a los 'Brexiteers'

  • Las dimisiones de los ministros David Davis y Boris Johnson alejan del Gobierno británico a los partidarios de un Brexit duro, pero profundizan en la crisis a nueve meses de la salida

El giro de la primera ministra británica, Theresa May, hacia una salida edulcorada del Reino Unido y Gibraltar de la Unión Europea (UE) se cobró ayer a tres altos cargos de su Gobierno en 24 horas. Presentaron sus dimisiones el ministro para el Brexit, David Davis; el secretario de Estado de este departamento, Steve Baker, y el ministro de Exteriores, Boris Johnson. Esto es, los tres grandes defensores de una salida radical de la UE y, este último, el eterno aspirante a liderar a los conservadores, que ahora queda con las manos libres para actuar como cabecilla del sector más euroescéptico de los tories a nueve meses del día B. El día del adiós.

May había llamado a su Gobierno, primero, y a los diputados de su partido, después, a mantener la disciplina en torno a una propuesta cuyos detalles se conocerán este jueves pero que básicamente supone la creación de "un área de libre comercio Reino Unido-UE que establecerá una normativa común para bienes industriales y productos agrícolas". Este plan evitaría los controles de aduanas y mantendrá abierta la frontera con Irlanda, la mayor preocupación del Gobierno en todo este proceso. El acuerdo no incluye el comercio de servicios y los productos financieros, que tendrán una "mayor flexibilidad". La libre circulación de personas dejará de existir, pero habrá un "marco de movilidad" para los ciudadanos europeos.

Esto, para los partidarios de un Brexit duro como Johnson, Davis y Baker supone permanecer de facto bajo la normativa de la UE pese a que sobre el papel se produzca la salida por la que votaron los británicos. La grave crisis de Gobierno estaba servida y el supuesto consenso se quitó el antifaz.

De hecho, en la carta que envió a May para comunicarle su dimisión, David Davis explica que "la actual tendencia de políticas y tácticas" hace que "parezca cada vez menos probable" que el Reino Unido salga de la unión aduanera y del mercado único. El ministro para el Brexit afirmó que dimite por una cuestión de principios y negó que quiera apartar de su cargo a Theresa May. Es más, aseguró que la primera ministra "por supuesto" que continuará como líder conservadora y al frente del Ejecutivo, e incluso consideró que acabará por salir fortalecida al sustituirle por alguien que "cumpla su estrategia del Brexit". Y es que los tres dimisionarios son de la opinión de que el Reino Unido está cediendo demasiado en una negociación con la UE que nunca había vivido un momento tan tenso como ahora.

El Gobierno, en un gesto con el que pretende apaciguar los ánimos, anunció que su nuevo ministro para el Brexit será Dominic Raab, otro defensor acérrimo de que el Reino Unido y Gibraltar abandonen la UE.

La ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, describió el panorama como "un caos total". El legislador ultraconservador Jacob Rees-Mogg advirtió a May que no confíe en el apoyo de la oposición para llevar adelante sus planes para el Brexit. Además, no descartó que la primera ministra sea sometida en breve a una moción de censura.

May intentó disimular el duro golpe que representan las renuncias para un partido que tiene que lidiar cada día con una estrecha mayoría en el Parlamento desde las elecciones anticipadas del año pasado. En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, afirmó que su propuesta sienta las bases de unas negociaciones "responsables y creíbles",

Ese optimismo de la primera ministra se torna en pesimismo casi tétrico por parte de Boris Johnson, quien manifestó en una carta dirigida a May que dimite porque el proceso de salida es para él un "sueño" que se está "muriendo". El Brexit, escribió, "debería ser una oportunidad para hacer las cosas de forma diferente" y "maximizar las ventajas particulares del Reino Unido como una economía abierta, global y con las miras hacia el exterior". "Ese sueño se está muriendo, ahogado por unas dudas innecesarias", subraya el exalcalde de Londres, que criticó que el plan aprobado de forma colectiva el viernes por el Gobierno británico, significa que el Reino Unido seguirá sin ser un país "independiente" tras abandonar la UE.

En tanto, el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, consideró que la política para el Brexit del Gobierno británico ya es un fracaso. "Theresa May no tiene más autoridad y no está en condiciones de implementar una salida de la UE", escribió en Twitter.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, tuvo una reacción moderada a la salida de Davis y Johnson del Gabinete británico. "Los políticos van y vienen, pero permanecen los problemas que crearon a su pueblo. Y el lío provocado por el Brexit es el mayor problema en la historia de las relaciones de la UE y Reino Unido", señaló a la prensa en Bruselas. El problema, declaró, "está lejos de resolverse aún, con o sin el señor Davis. Y lamentablemente la idea del Brexit no se fue junto al señor Davis", añadió.

"Seguiremos negociando de buena fe con la primera ministra Theresa May y con los negociadores del Gobierno británico para alcanzar un acuerdo", dijo el portavoz de la Comision Europea, Margaritis Schinas, quien fue preguntado sobre si la dimisión de Davis representa un problema y resondió: "No para nosotros".

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