PSOE y PP se enzarzan por el caso de Jumilla con Vox en el foco
El Gobierno ve en un ejemplo de la "deriva extremista" de la derecha y los populares acusan a ambos partidos de "polarizar"
La comunidad musulmana de Jumilla, en "shock" por la prohibición de sus actos festivos
El PP prohíbe en Jumilla actos religiosos en los polideportivos que solían acoger rezos islámicos

El Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes ha enmarcado en la "deriva extremista y excluyente" de los gobiernos de PP y Vox la decisión del Ayuntamiento de Jumilla (Murcia), gobernado por los populares, de prohibir las celebraciones religiosas como el fin del Ramadán en instalaciones municipales deportivas.
Esta prohibición, aprobada en pleno el pasado 28 de julio, forma parte de una iniciativa municipal del PP que modifica una moción previa de Vox, que proponía explícitamente prohibir celebraciones islámicas en el municipio.
"La decisión de PP y Vox en el Ayuntamiento de Jumilla es un nuevo ejemplo de la deriva extremista y excluyente de los gobiernos de la derecha con la ultraderecha", han señalado este jueves fuentes de Presidencia.
El Ministerio ha aseverado que el proyecto del PP y Vox pasa por "imponer un modelo político y social contrario a la Constitución". "No está a salvo nadie que no comparta sus postulados o sus creencias", ha avisado.
"En España, la libertad religiosa está reconocida y protegida como un derecho fundamental por la Constitución", han recordado las fuentes de Presidencia, quienes han abogado por la convivencia entre religiones como un "valor fundamental" para la construcción de una sociedad inclusiva y respetuosa.
"Responsabilidad"
El vicesecretario de Educación e Igualdad, Jaime de los Santos, ha pedido este jueves "responsabilidad" al PSOE y a Vox por "polarizar" sobre el caso. "Si hay quienes, y me estoy refiriendo a Vox y al Partido Socialista, pretenden seguir polarizando con esta cuestión, les pido responsabilidad", ha señalado en una intervención ante los medios.
Además, ha recalcado que la proposición presentada en el ayuntamiento murciano "no ha contado con el voto afirmativo de Vox" y se ha remitido a que sean los de Santiago Abascal los que expliquen las "decisiones" que toman. Más allá de eso, ha incidido en que el PP es "el partido constitucionalista de España", por lo que "nunca vamos a señalar a nadie por lo que crea o por lo que rece". "Lo mismo que yo, como católico, pido respeto a mi fe, ¿cómo no voy a respetar cualquier otra fe?", ha preguntado.
En este sentido, ha tachado de "absolutamente inaceptable" que "se pretenda hacer pasar al PP por un partido xenófobo" y ha pedido a la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, que también esté "muy observante" en lo que concierne a "declaraciones tan grandilocuentes" como la del alcalde de Fuenlabrada, Francisco Javier Ayala.
"En una televisión el lunes decía que la Comunidad de Madrid castigaba, repito, castigaba a su municipio mandándole menores no acompañados. ¿Esto convierte al señor Ayala en un peligroso xenófobo? ¿Le va a llevar al Tribunal Constitucional el Gobierno de España? Por tanto, vamos a ser responsables", le ha echado en cara a Saiz.
"Torre Pacheco está en la mente de todos, y éste no era el momento"
Por otro lado, el coordinador de la Comisión Islámica de la Región de Murcia, Walid Habbal, cree que la decisión del Ayuntamiento de Jumilla de prohibir celebraciones religiosas, como el fin del Ramadán, en instalaciones municipales deportivas es un "paso atrás" que ha dejado "en shock" a la comunidad musulmana de la población, que lo interpreta, "más que como un ataque político, como una falta de respeto".
Habbal sostiene que la respuesta "inteligente, madura y racional" ante decisiones de esta índole es "abrirnos más al pueblo español, sacar lo mejor que llevamos dentro, enseñar nuestra cultura, y pensar en nuestros hijos, que quieren y tienen que seguir jugando al fútbol con Pablo, Juan, Antonio...", según reflexiona.
El presidente de la asociación UCIDE en Murcia y coordinador de la Comisión Islámica, una entidad que agrupa a las 168 comunidades islámicas censadas en esta región, opina que el ayuntamiento "buscó la solución fácil" a una propuesta política, en alusión a la moción de Vox que pedía la prohibición de fiestas musulmanas y otras manifestaciones culturales en Jumilla, y optó por restringir el uso del polideportivo que empleaban los musulmanes de la población en lugar de "buscar alternativas".
Walid Habbal asegura que las tres comunidades islámicas de Jumilla podrían celebrar sus fiestas en cualquier recinto o explanada grande, con capacidad para albergar a centenares de personas y contando siempre con licencias municipales, como ha ocurrido hasta ahora, por lo que ve un trasfondo de rechazo al migrante en una decisión que los musulmanes "no saben cómo encajar".
"Tendrían que haber dialogado, buscado alternativas, que es lo más razonable e inteligente, pero así no se hacen las cosas, sobre todo después de lo ocurrido en Torre Pacheco", añade a Efe. "Torre Pacheco está en la mente de todos, y éste no era el momento".
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