Aitor Ocio | Ex futbolista y empresario

"Una buena chuleta siempre se agradece"

Aitor Ocio. Aitor Ocio.

Aitor Ocio. / M. G.

CUANDO OCIO Y NEGOCIO VAN DE LA MANO. Aitor Ocio (Vitoria, 1976) ya le daba vueltas a eso de emprender en su etapa como futbolista, entre otros clubes el Sevilla y el Athletic. Estudió Humanidades y Empresas antes de embarcarse en una carrera empresarial que le va de maravilla. Empezó por una clínica de bienestar integral, luego un spa, es inversor del Grupo ABU de promociones inmobiliarias, también socio de una empresa de conservas gourmet... Ocio y negocio pueden ir de la mano.

–¿Le doy la enhorabuena por el título de Copa o siendo del Athletic se puede felicitar hasta que haya un nuevo campeón?

–He tenido la suerte de disfrutarla pero como aficionado y vivirlo con mi hija. Estas generaciones han vivido algo histórico: la gabarra por la ría 40 años después.

–¿Es mejor empresario que futbolista o al revés?

–En todas mis facetas trato de mejorar. Viví una etapa muy bonita como futbolista, fundamentalmente en el Sevilla y el Athletic. Además, gané títulos con el Sevilla y de alguna forma entré en su historia; con el Athletic disputé finales y culminé mi sueño de niño. Después, tuve la inquietud para arrancar una etapa empresarial y tras 12 años me está resultado apasionante. Los proyectos siguen creciendo e incorporo nuevos modelos de negocio. Creo que no lo estoy haciendo mal.

–De joven leía la revista Emprendedores. Le darían poca charla en el vestuario...

–Compaginé mis primeros años de futbolista con estudios de Humanidades y Empresas; desde joven me rondaba ese espíritu empresarial. Cuando se acercaba mi final de jugador, pensé en alternativas y cómo enfocar mi nueva vida.

–Me cuentan que es un lince en los negocios de la construcción.

–No, no. El emprendedor tiene un punto de intuición o de instinto, unido a criterio, formación, cierta experiencia y a rodearte de grandes referentes de los que aprender. Ésta es mi motivación diaria, además de crear y transformar proyectos.

–Busco piso pero no me da ni de lejos para los que construye el Grupo ABU...

–Tenemos un porfolio muy amplio. Es cierto que ofrecemos bienes muy concretos y modelos muy diferenciales respecto a lo que había en el mercado, pero hay otras promociones más accesibles porque entendemos que el derecho a la vivienda debe ser para todo el mundo.

–Clínica de estética, centros de entrenamiento personal, un spa, una empresa de conservas... ¿La mayoría de sus negocios se centran en su apellido?

–En éstas en concreto soy fundador, creaciones propias que nacen de una idea inicial y trabajo en todas ellas. Es lo que me motiva. No estoy aquí por un tema de rentabilidad, aunque entiendo que la consecuencia debe ser ésa, pero me estimula el hecho de transformar una idea en mi cabeza a una realidad. Sólo un matiz: lo que empezó como clínica de estética en 2012 desde es ya un clínica wellness, un proyecto integral orientado a la salud y no sólo a la belleza.

–Toma magnesio, omega 3, cúrcuma, colágeno... ¿Tienen su cara dentro de una diana en las sociedades gastronómicas vascas?

–Soy un convencido de la suplementación. Me esfuerzo en comer muy bien, con una calidad de alimentos que por suerte en este país abundan, pero aun así no alcanzamos los niveles óptimos en minerales y vitaminas. Hace años entré en una compañía (Longevitas) y ya forman parte de mi dieta para mejorar mi salud.

"El emprendedor tiene un punto de instinto, unido a criterio, formación, experiencia y a rodearte de referentes"

–Y los chuletones nada...

–Por supuesto que sí, hay momentos para disfrutar. La vida es una cuestión de equilibrio. Soy una persona disciplinada, ordenada, no estricta, aunque a veces me lo digan, pero tengo la flexibilidad necesaria para saber disfrutar. Todo no va a ser orden y rigor. Y una buena chuleta o una tarta de queso siempre se agradece. Y sin cargo de conciencia.

–"La belleza exterior es temporal". Pues en usted está durando tela marinera.

–Es mi lema en la clínica: la belleza como consecuencia de la salud. Estando sanos, nuestra piel y nuestro pelo estará mucho mejor. Lo importante es cómo nos sintamos a nivel psicológico y energético. El aspecto exterior es mucho más efímero.

–Sea franco, ¿se ha hecho algún retoquito con ácido hialurónico o bótox?

–De momento no. Me hidrato, me cuido con cremas y tengo mis rutinas pero en temas médicos como tal no he entrado.

–Se decía en los 80 que los centrales tenían que tener cicatrices, la cara picada de viruela y bigote de guardia civil. ¡Menos mal que no vivió aquel fútbol!

–Bueno, tengo un par de cicatrices en la ceja y en la frente, el pómulo roto y una plaquita debajo, fractura de costillas... Y alguna vez me he dejado bigote.

–Formó pareja con Javi Navarro y eran tan guapos como duros.

–Tuve grandes maestros y fue una etapa maravillosa con Javi y los compañeros en los cuatro años del Sevilla. Si había que ponerse el mono de trabajo, nos lo poníamos sin reparos.

–Un duelo con Kovacevic daba muchas opciones de tener que pasar por una clínica estética.

–Ese partido fue memorable. En estos tiempos, con el VAR, en el minuto 2 podíamos haber estado los dos en la ducha, pero entonces aguantamos los 90 minutos a base de golpes. Acabó el partido y nos dimos un abrazo, cada uno hizo lo que tuvo que hacer.

–Una leyenda urbana asegura que Caparrós guardó durante meses un chicle en un vaso porque le daba suerte mascarlo en los partidos. ¿Es tan supersticioso como dicen?

–Tenía sus cosas, sus hábitos, es muy pasional y una parte muy importante del sevillismo. Tuve la suerte de compartir años en el Sevilla y en el Athletic.

–Vitoria, su ciudad natal, encabeza todos los rankings de calidad de vida en España. No se lo diga a sus amigos sevillanos, que dejan de hablarle...

–He tenido la suerte de nacer en Vitoria, vivir en Sevilla y ahora en Bilbao. En cualquier zona de este país se vive muy, muy bien.

–No hace falta que me confiese su voto en Euskadi porque tiene toda la pinta de ser de Bildu...

–¡Jajajajaja! Con la risa se lo digo todo, ¿no?

–Le doy una idea de negocio: produzca un programa de Joaquín en la ETB.

–Él ha demostrado que todo lo que toca, lo transforma. Es un genio. Pero eso ya lo han hecho otros. Yo intento hacer cosas que no hayan hecho los demás.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios