Un juez de Barcelona ha condenado a Endesa y Red Eléctrica de España (REE) a pagar conjuntamente a los más de 323.000 usuarios que sufrieron el gran apagón de la capital catalana el 23 de julio de 2007. La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 22 estima parcialmente una demanda de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aunque rechaza su propuesta de elevar las indemnizaciones hasta los 300 euros a los afectados que estuvieron menos de 24 horas sin suministro eléctrico.
El fallo fija un baremo que obliga al pago de 122 euros para los abonados que sufrieron hasta 11 horas de interrupción del servicio, 186 euros a los que estuvieron hasta 24 horas sin él, 219 euros a los que no tuvieron electricidad entre 24 y 36 horas, y 300 euros a los que padecieron la interrupción más de 36 horas. La sentencia abre la vía a que puedan ser indemnizados todos los clientes afectados sin interponer reclamación ni "necesidad de justificar nada", acogiéndose al baremo establecido, que es el mismo que Endesa ofreció en su día a la OCU.
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