Economía

Endesa teme que se retrasen las inversiones energéticas por la presión regulatoria y fiscal

José Bogas, consejero delegado de Endesa, junto a y Marco Palermo, director general Económico-Financiero.

José Bogas, consejero delegado de Endesa, junto a y Marco Palermo, director general Económico-Financiero. / M. G.

Endesa se suma a la alarma del sector energético sobre el impacto que en las inversiones tiene la presión regulatoria y fiscal a la que se ven sometidos. El consejero delegado de la energética, José Bogas, dijo este miércoles que si se retrasa la mejora de la regulación y de la fiscalidad necesaria para cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) también se retrasarían las inversiones y pondría en "grave riesgo" la consecución de los objetivos que se persiguen.

Así se manifestó Bogas durante la rueda de prensa con motivo de la presentación <de los resultados de la compañía en 2023. Los cambios que están en estudio "toman unos tiempos que no nos podemos permitir", dijo para apremiar al Gobierno y a la Comisión Nacional de Mercados y Competencia a tomar decisiones cuanto antes.

Al igual que hizo en la presentación a inversores y analistas, Bogas puso como ejemplo las inversiones en redes de distribución, actualmente limitadas al 0,13% del PIB, lo que hace que, frente a los 5.200 millones de euros que habría que invertir al año para cumplir con el Pniec, sólo se inviertan del orden de 2.000 a 2.500 millones.

En línea con ello, Endesa apremió a modificar la tasa de retribución que reciben las compañías por sus inversiones, porque “dos años de incertidumbre sobre la tasa de retribución es inasumible"  y pone en riesgo conseguir los objetivos del Pniec en 2030.

Abogó por revisar la tasa financiera, dado que “con un coste medio ponderado del capital (WACC, por sus siglas en inglés) del 5,5% en el actual periodo regulatorio, con la metodología que se aplica saldría del 4,5 % para el siguiente, el 2026-2031, y después de impuestos se quedaría en el 3,5% o 3,6 %”. "Con eso no invierte absolutamente nadie", adviritió Bogas, quien llamó a despejar la incertidumbre para que las inversiones que se van haciendo, y que han sido aprobadas y auditadas, se remuneren "y no se ponga en duda, si se van a remunerar o no".

Otra regulación que eliminarñia Endesa es el impuesto del 7% a la producción eléctrica, que se ha recuperado tras dejarlo de aplicar el Gobierno para paliar el alza de los precios. Para argumentarlo dijo: “Si entraran todas las renovables previstas en el Pniec, habría que exportar 50 teravatios hora (TWh) a Francia, pero con ese impuesto nadie importa nada".

Eliminar el impuesto extraordinario

Respecto al al gravamen extraordinario a las energéticas, Bogas preció que el año pasado Endesa abonó 208 millones, mientras que para 2024 prevé ingresar por el mismo a las arcas públicas algo menos, 202 millones, de los que ya ha hecho una primera liquidación por 101 millones.

Bogas consideró que es necesario eliminar este impuesto, que se creó de forma temporal y el Gobierno ahora quiere hacerlo permanente, aunque consideró “positivo” que el Ejecutivo tenga la intención de minorar su cuantía con la ejecución de inversiones en energías limpias. El Gobierno, dijo trata de "hacer bueno" algo que es "malo", como es ese impuesto, del que él no es partidario, pues es un impuesto a los ingresos, no a los beneficios, que puede hacer que lo tengan que pagar hasta compañías en pérdidas.

"Somos contrarios a que se mantenga ese impuesto y no creo que tenga ningún sentido su carácter sostenido en el tiempo", respondió Bogas a preguntas de este periódico, idea que reafirmó en otra respuesta: "Se tiene que quitar".

Alargar las renovables

También está “intelectualmente” en contra del calendario aprobado para la eliminación de la energía nuclear en España. Bogas sostuvo ante los periodistas que Endesa tratará de convencer al Gobierno de que alargue la vida útil de las centrales nucleares, aunque admite que cada vez hay menos tiempo, por lo que es "muy complejo" parar el calendario de cierre, sobre todo para los dos grupos de la central de Almaraz, en Cáceres.

Bogas afirmó que "intelectualmente" él está a favor de la extensión de la vida de las nucleares, si bien ha admitido que "estamos entrando en tiempo de descuento para cambiar algo", sobre todo en el caso de Almaraz.

"Es muy complejo parar esto", reconodió Bogas, porque el Gobierno español "tiene una convicción muy firme de que las nucleares no deben ser una opción a futuro".

Por contra, expuso que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha señalado que para alcanzar las cero emisiones en 2050 hay que triplicar la potencia renovable, pero también duplicar las nucleares.

Bogas resumió que, si el Gobierno decide cerrar la nucleares, a Endesa no le "queda otra", aunque discutirá "hasta el último minuto" para que cambie de opinión.

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