El sol brilla para los protagonistas

1. Ciclistas de Los Barrios y Tarifa, en los alrededores del Nuevo Mirador, en La Menacha. 2. Un encuentro femenino de balonmano entre los equipos de Castellar y Ceuta. 3. Algecireños y barreños, en pleno partido de baloncesto, en concreto, de minibásket. 4. Los campos de La Menacha albergan un partido de fútbol-7 entre las delegaciones de Tarifa y Ceuta. 5. Las chicas de Ceuta y de Jimena, durante un encuentro de baloncesto. 6. El equipo de balonmano de San Roque observa el desarrollo de un partido. 7. La prueba de vela, junto a la dársena del Saladillo. 8. Una pareja femenina de Gibraltar, durante un partido de tenis. 9. Chicos de Algeciras y La Línea practican el tenis de mesa en el pabellón del colegio Santa Teresa. Fotos: Fran Montes

Los Juegos del Estrecho cumplieron su decimoquinta edición, la tercera que se celebra en Algeciras, con una jornada marcada por el sol y el calor, pero en la que brilló por encima de todo la actividad deportiva y la convivencia de alrededor de mil quinientos jóvenes deportistas de todas las localidades de la comarca (Algeciras, La Línea, Tarifa, Los Barrios, San Roque, Jimena y Castellar), además de Gibrlatar, Ceuta y Tánger.

Durante la mañana se concentró la mayor parte de la actividad deportiva, repartida en los tres pabellones de la localidad (el Ciudad de Algeciras, el Andrés Mateo y el Periquito), además del que se encuentra en el colegio Santa Teresa, así como en el Club de Tenis Algeciras, además de los campos de La Menacha y el estadio Nuevo Mirador. El mar, tan ligado a estos Juegos, también albergó las pruebas de vela, piragüismo y pesca. La única incidencia, un niño que cayó a la piscina y fue trasladado al hospital Punta Europa, donde descartaron cualquier tipo de daños.

Alrededor de las 13:30 horas comenzaron a aparecer los equipos en la carpa instalada en el estadio Enrique Talavera para almorzar. El estadio albergó las pruebas de atletismo y fútbol sala, además de ser el punto de encuentro por el que pasaron todos los jóvenes participantes para reponer fuerzas antes de afrontar la jornada de tarde.

El espíritu de convivencia y de deportividad estuvo presente en todos los rincones de la ciudad, que fue tomada por el deporte y por estos jovencísimos atletas, que dieron una lección de compañerismo y de una forma sana de entender el deporte y las relaciones entre los pueblos que rodean el Estrecho.