El linense Ezequiel Rojas jugará el próximo sábado (20:30horas)  su primer partido como visitante en el Municipal de  La Línea. Lo hará enfundado en la camisola del Arroyo, al que llegó el pasado mes de julio después de una salida un tanto accidentada de la Balona, que ponía fin a un año aciago. El futbolista recalca que regresa “con la cabeza bien alta” y convencido de que no tiene “nada que demostrar”, al tiempo que advierte de que aunque el de La Línea será siempre su equipo, ahora se debe “a otros colores”.

“La verdad es que cuando salió el calendario lo primero que pensé fue que ya era casualidad que tuviésemos que viajar a La Línea en la primera jornada”, reconoce.

“A nadie le puede quedar la duda de que va a ser un partido muy especial para mí, voy a mi casa y a un campo en el que he pasado cuatro años inolvidables, en el que he vivido cosas maravillosas que siempre quedarán para mí y además me voy a enfrentar a muchos compañeros con los que incluso hablo a diario a través del Whatsapp”.

Ezequiel salió de la Balona después de que su renovación se diese casi por cerrada y en medio de una situación un tanto peculiar en medio de un cúmulo de malos entendidos, pero él prefiere no entrar en ese asunto. “Yo viajo a La Línea con mi cabeza muy arriba, porque lo que sucedió fue que no nos entendimos bien, pero tengo la intención de saludar a todo el mundo, porque han sido muchos años allí y han quedado muchos amigos dentro y fuera de la caseta”, afirma.

“Estoy convencido de que me voy a sentir extraño al llegar al estadio por tener que meterme en el vestuario visitante y por salir al campo con otra camiseta que no sea la de la Balona, pero es lo que toca e intentaré ayudar a mi equipo a conseguir el mejor resultado posible”, reflexiona Ezequiel en voz alta.

“No creo que tenga que demostrar nada durante estos noventa minutos si es que juego, ya sabe todo el mundo en La Línea quién soy como futbolista, lo que he dado por ese club y lo que significa para mí la Real Balompédica, eso no va a cambiar por un partido”, defiende.

“Yo es que me siento balono, es el club que llevaré siempre en el corazón, al que sigo cada día a través de Internet y al que ojalá después del sábado le vaya lo mejor posible, pero esta semana quiero que no gane, supongo que todo el mundo lo entenderá”, recalca.

Con respecto al encuentro, el centrocampista linense admite que ha advertido a sus compañeros de la escuadra extremeña de que se encontrarán con un rival “muy peleón, que irá a por todas y más en una primera jornada”.

“Ellos ya saben como es la Balona, porque mantiene la forma de jugar de la temporada pasada y son conscientes de que no nos lo vana poner fácil”, abunda.

Con respecto al conjunto cacereño del que ahora es parte integrante, comenta: “La verdad es que a mí me ha impresionado bastante, porque hemos hecho una muy buena pretemporada y hay una mezcla entre veteranos y jóvenes que me hace pensar que podemos dar guerra”.

“Éste es un partido muy particular, porque es el primero y, seguro que como la Balona, lo hemos preparado muy bien”, acaba. “Nosotros estamos convencidos de que sería muy importante sumar los tres puntos y para eso nos hemos estado preparando todo el verano”. detalla. “Todos sabemos que comenzar con un buen resultado tranquiliza y ayuda a coger fuerzas para seguir sumando después”.