Algeciras CF

El Algeciras y la importancia de la portería a cero

  • Los albirrojos solo han mantenido su puerta intacta una vez en lo que va de 2021

  • En la primera vuelta ganaron tres de los cuatro partidos en los que no encajaron 

Pedro Muñoz, con los porteros del Algeciras.

Pedro Muñoz, con los porteros del Algeciras. / M. C. I. C.

Portería a cero. Es una de las frases preferidas de los entrenadores en este fútbol moderno que mide hasta el más mínimo detalle. Dejar la portería a cero, obviamente, es sinónimo de puntuar y suele cimentarse en un buen trabajo defensivo del bloque, a veces aderezado por una pizca de eso que llaman suerte. El Algeciras CF necesita apoyarse en la portería a cero para lograr su objetivo de acabar entre los tres primeros del grupo IV-A de la Segunda B, una zona de privilegio en la que lleva toda la temporada.

Los albirrojos, colíderes junto al San Fernando pero con un partido menos, han reducido sus prestaciones a la hora de sumar en buena medida porque han bajado el número de veces que han mantenido su puerta intacta. Así lo dicen los números: el equipo de Salva Ballesta ganó tres de los cuatro partidos en los que acabó sin encajar gol en la primera vuelta; en lo que va de 2021 -siete encuentros-, los del Nuevo Mirador solo han conseguido terminar a cero una vez, el empate cosechado en Marbella.

El Algeciras de Salva Ballesta no ha sido hasta el momento un conjunto que reciba muchos goles. De hecho, hasta la goleada sufrida ante el San Fernando en el Nuevo Mirador (0-3), los albirrojos no habían recibido tres dianas y solo una vez, en Sanlúcar, más de una. 

Sin embargo, algo ha cambiado desde las Navidades, más allá de los retoques en la plantilla. El Algeciras despidió 2020 con una victoria con portería a cero ante el Cádiz B (2-0), su próximo rival. 2021, no obstante, arrancó con el sinsabor del Clásico ante la Balona y el primer revés del curso. Los de Ballesta recuperaron la solidez en la visita a Marbella, donde jugaron con uno más toda la segunda parte, y desde entonces no han sido capaces de acabar un partido sin recibir un tanto.

Incluso en la última victoria, la lograda ante el Recre (3-1), los del Nuevo Mirador concedieron un gol y menos mal que apareció Guille Vallejo para evitar el empate a dos justo antes de la sentencia. 

El Algeciras, ya se ha dicho y se ha analizado desde infinitos puntos de vista, ha venido concediendo goles con demasiada facilidad por errores puntuales y desajustes. Sin ir más lejos, ahí está el amistoso del pasado sábado en Estepona. Cortar esa sangría es una de las preocupaciones, al menos, de la afición antes de afrontar el último tramo de la primera fase de la competición en la que se va a decidir el resto de la campaña.

Es verdad que las lesiones se han cebado en la parcela defensiva del Algeciras: primero con Fran Serrano, KO desde el Clásico y cuando mejor momento atravesaba, luego con Alcázar y después con el desafortunado Álvaro Telis, en el dique seco para lo que resta de temporada. Ballesta ya tiene disponible al recambio del uruguayo, el veterano Jordi Figueras, y parece que también está listo para ir acoplándose el gallego Yago Pérez.

La visita al Cádiz B, adelantada al sábado, supone una buena prueba de fuego para un Algeciras que necesita volver a ser ese bloque férreo y correoso. 

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