Triunfo de los que hace grande a un equipo. El Algeciras CF salió airoso contra el Real Madrid Castilla tras un partido valiente en el que maximizó sus virtudes para amansar a las fieras blancas. Tres puntos de oro y rebuscados porque Valdebebas era territorio prohibido hasta ahora. Lolo Escobar acabó con el maleficio y los rojiblancos pegaron un pelotazo que les catapulta de nuevo hasta los puestos de play-off de ascenso del grupo II de la Primera Federación.

Eric Montes puso por delante a los rojiblancos pronto, Palacios igualó a la media hora y Diego Esteban golpeó antes del descanso. El segundo tiempo fue un manual de resistencia de cómo sobrevivir en el Alfredo Di Stéfano.

El Algeciras libró un encuentro largo, con trece minutos de añadido (cinco en el primer tiempo y ocho en el epílogo) y repleto de vericuetos. Los rojiblancos sortearon diferentes fases, minipartidos en los que tocó mandar, en los que hubo que sufrir, en los que supieron contestar para aplacar a un Castilla que nunca arrojó la toalla.

Como empezaba la previa, Lolo Escobar nunca ha perdido dos partidos seguidos con el Algeciras y así seguirá siendo, como poco, un par de semanas más. Los del Nuevo Mirador zanjaron un bache de tres jornadas sin ganar y con este impulso se alzan hasta los 22 puntos para regresar al selecto palco de los cinco mejores del grupo. Pero lo más importante y lo que casi todo algecirista experto se dice para sus adentros es que ya queda menos para llegar tranquilito a mayo. Lo demás, por ahora, son películas.

Lolo Escobar recompuso el once de la manera esperada y más lógica: el míster cubrió la ausencia del internacional Diori en defensa con Admonio y dio entrada en el centro del campo a Borja Fernández, de vuelta de sanción. La lesión de Mario García (que va para largo) mantuvo a Marino en la titularidad. Se lo había ganado.

De salida y, tras el tanteo inicial, el primer susto llegó en el minuto 8 en un balón sacado en corto de Lucho que perdió presionado Eric Montes y dejó solo a Gonzalo en el mano a mano. Afortunadamente para los rojiblancos estaba en fuera de juego y el gol fue invalidado. Al Algeciras le han estudiado bien las formas de darle salida al balón.

Eric Montes da primero

La respuesta de los algeciristas llegó de manera casi inmediata. Corría el minuto 11 cuando casi acierta a marcar Marino con un tiro mordido que rebotó en la espalda de Mario Martín. De ese córner manó la jugada, a buen seguro ensayada, en la que Zequi colgó al corazón del área y allí remató aerolíneas Eric Montes para batir a Lucas Cañizares.

El Algeciras se vio por delante en Valdebebas muy pronto. El balón lo tenía el Castilla, pero los de Escobar se sentían cómodos con su presión alta y asumiendo riesgos en campo propio. Sin embargo, los blancos apretaron el acelerador y empujaron a los rojiblancos hacia su trinchera. En el minuto 22 fue Theo Zidane el que estuvo cerca de marcar de cabeza a la salida de un saque de esquina.

Eran minutos en los que el Algeciras se veía embotellado por el filial, con Obrador haciendo daño por el carril izquierdo del ataque blanco. El dominio madridista se plasmó en el empate al filo de la media hora. Falta lateral desde la derecha que cabeceó César Palacios muy limpio en medio de la melé defensiva.

Mordía el Castilla y en el minuto 34 lo intentó a la media vuelta Álvaro Rodríguez con un chut que atajó Lucho. 

Marino lleva el balón.

Diego Esteban responde

Los de Lolo Escobar se rehicieron e intentaron amansar el juego. Así es como encontraron el camino al segundo gol en el minuto 36. Diego Esteban salió a la contra para aprovechar un balón de Iván que rompió toda la línea madridista. El '10' rojiblanco tiró hasta el fondo, rompió la cintura a Obrador y finalizó con un disparo abajo y duro que batió a Cañizares.

El Algeciras aguantó el mando hasta el descanso, poniendo en apuros a un Castilla tan peligroso arriba como vulnerable atrás. Quedaba medio partido, un mundo por delante, pero el camino estaba claro.

Regresó el Algeciras de vestuarios con la lección aprendida, teniendo la pelota y tratando de estar los máximos minutos posibles en cambio contrario.

Los algeciristas se asomaron en el minuto 54 con un centro peligroso de Tomás casi desde la línea de fondo que no encontró rematador. El Castilla buscaba mover la coctelera y el Algeciras trataba que no ocurriese nada. Eran son minutos de esa lucha de poder, de imponer los tiempos.

La tuvo el Castilla

Los blancos inclinaron algo la balanza y acariciaron el empate hasta en tres ocasiones casi seguidas entre el 57' y el 60': Manuel Ángel la mandó a las nubes tras un buen centro, Lucho salvó a bocajarro un disparo de Palacios y un cañonazo de Theo lamió uno de los palos de la portería roja y blanca.

El Algeciras, cada vez que se prodigaba, lo hacía con peligro y efectividad. En el minuto 63, Zequi mandó un recado al larguero tras otra acción bien iniciada por Iván Turrillo, dueño y señor de la medular.

El primer refresco del Algeciras llegó en el minuto 70 con la entrada de Sardinero por un Marino que lo había dado todo. Los de Raúl González insistían sin cesar con Álvaro Rodríguez intentando hacerlo todo, buscando el disparo desde fuera o el remate por arriba.

El duelo se embarulló con faltas y más faltas, chances que el Algeciras exprimió para arañar segundos al crono que después serían descontados como solo ocurre en ciertas plazas.

En los últimos diez minutos, los blancos casi cantaron gol en un centro peligrosísimo de Peter que Gonzalo a punto metió en la cazuela. Se produjo el debut de Merchán, muy activo por la izquierda, y todo el Algeciras hizo gala de un espíritu colectivo intachable para resistir las embestidas del filial durante los ocho minutos de añadido del segundo acto. Molto longos, sí, pero con tres puntazos que se vinieron en el maletero hasta Algeciras.