Algeciras CF

De Algeciras para Algeciras

  • El regreso de Juan Serrano ahora, el fichaje de Tomás o la apuesta por Leiva refrendan el deseo del club por potenciar el ADN algecireño de la plantilla sin importar la categoría

  • El relevo generacional del capitán Iván Turrillo está garantizado

Una bandera del Algeciras, en el Nuevo Mirador.

Una bandera del Algeciras, en el Nuevo Mirador. / Erasmo Fenoy

El proyecto en el que está embarcado el Algeciras CF rumbo a la SAD de la mano de Félix Sancho tiene un objetivo que quizás no acapara tantos titulares como los retos deportivos o económicos, pero que a la postre es primordial para el aficionado. El club del Nuevo Mirador tiene el deseo de potenciar el ADN algecireño de la plantilla sin importar la categoría. El regreso de Juan Serrano es la última demostración de que el Algeciras se preocupa por contar con los máximos algecireños posibles en su primer equipo. El fichaje (importante) en verano de Tomás o la apuesta decidida por un canterano como Álvaro Leiva refrendan estas intenciones y garantizan el relevo generacional del gran capitán, Iván Turrillo. 

Tras la vuelta de Juan Serrano, que será presentado este lunes en el Hospital Quirón del Campo de Gibraltar, son cinco ya los algecireños que forman parte del vestuario algecirista que compite en la Primera RFEF. Los jugadores nacidos en la ciudad son mayoría en una caseta con muchos acentos, con un cuerpo técnico liderado por un asturiano y con un futuro máximo accionista de Burgos (aunque cada día más identificado con La Isla Verde).

Iván Turrillo, Gonzalo Almenara, Tomás y Leiva son parte de la columna vertebral del Algeciras a la que se suma Juan Serrano. Los cuatro primeros son titulares y protagonistas con Iván Ania. El recién llegado ya sabe lo que es ser importante como albirrojo (lo fue la pasada temporada antes de irse traspasado al Betis) y ahora vuelve con ese desafío teniendo que partir de cero.

El Algeciras puede presumir de ser uno de los pocos clubes de la Primera RFEF con tantos futbolistas de la tierra en el once y todos con relevancia. Esto es posible gracias al compromiso de un futbolista como Iván Turrillo, el one club man y futura leyenda rojiblanca, y al esfuerzo continuado de la entidad por contar con los máximos algecireños posibles, algo que siempre ha estado condicionado por los problemas económicos.

Con Iván Turrillo sobran las palabras. El algecireño lleva toda una vida como algecirista y ha hecho posible durante más de una década que no se pierda ese ADN heredado de los Javi Chico, Mario, Félix, Máiquez, Berlanga... Iván ha estado siempre, en cuatro categorías distintas, y ha sido también el gancho para que otros se hayan ido sumando en diferentes etapas.

Con la marcha en los últimos años de canteranos como Pablo de Castro, Álvaro Benítez o Tote, la incorporación de Gonzalo Almenara fue muy apreciada por la afición. El algecireño ha crecido hasta convertirse en un indispensable y en uno de los capitanes. Almenara, si las lesiones se lo permiten, está llamado a ser uno de los estandartes por muchos años.

Con el fichaje de Tomás Sánchez este verano nació el lema "De Algeciras para Algeciras", el primer gran movimiento deportivo del proyecto de Félix Sancho tras el cambio de entrenador. El algecirismo vio cumplido uno de sus anhelos con la llegada de Tomás, un futbolista top en la Segunda B que se comprometía con el equipo de su tierra a largo plazo. Tomás, al igual que Almenara, debe tomar el relevo de Iván a corto plazo.

Alvarito Leiva es presente y futuro al mismo tiempo y el gran triunfo de la cantera de La Menacha. Hay muchísimo trabajo que no se ve en las sufridas categorías inferiores del Algeciras y Leiva es el reflejo de que la mina tiene talento y a veces puede salir algún diamante en bruto. El algecireño de 17 años, recién convocado por la selección española sub-18, debe ser el ejemplo para los chavales de la base que sueñan con ser profesionales. El algecirismo sabe que Leiva durará poco en el Mirador pero hasta entonces es puro ADN algecireño y savia joven en la caseta. 

El Algeciras arrancó la temporada con otro algecireño en liza, Tote, que el invierno pasado regresó en una operación parecida a la de Juan Serrano. El atacante, que probó fortuna en el filial del Eibar, apostó por buscar los minutos que no tenía fuera y pidió marcharse al otro lado del Estrecho para jugar en el filial del Ceuta del algecireño Miguel Ángel Berlanga.

El último futbolista de la casa ilustre en colgar las botas fue Álvaro Benítez. El defensa central, importante durante la última década, se ha mantenido ligado al club como delegado del equipo de Iván Ania. Otra manera de seguir inyectando el sentimiento algecirista en el vestuario. 

En los últimos años, otros algecireños han tenido cuota importante para ayudar al club en su lucha por regresar a la categoría de bronce. Gente como Pablo de Castro o el mencionado Berlanga tuvieron mucha relevancia y otros Oñate, Aarón, Borja Maderal o Chapa pusieron su granito de arena cuando recibieron la llamada del primer equipo. Tampoco conviene olvidarlo.

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