El Algeciras Club de Fútbol perdió cuando no debía y donde no debía, en partido disputado en Mérida, correspondiente a la 32ª jornada liguera del grupo II de Primera Federación. Fue cayendo en ritmo y juego hasta quedar desnudo conforme avanzó la segunda parte, después de ir ganando por un gol de Mario García. La esperanza de alcanzar en tierras extremeñas los ansiados 45 puntos de la salvación desapareció cuando el equipo entrenado por David Rocha impuso su dominio y sacó provecho de sus penetraciones por las dos bandas. Ahí nacieron y se fabricaron los goles de los romanos, una vez más, como ocurrió ante el Murcia y como pasó ante el Ceuta, por citar los dos últimos partidos.

Los albirrojos suman tres derrotas y cuatro encuentros sin ganar, en el momento de la temporada en el que había que definir hacía dónde se orienta el final. El sueño del play-off se nubló muchísimo tal como  certificó con su derrota frente al Murcia. Lo que ocurrió en el Romano José Fouto indica que ya no es posible en hacer “algo grande”, sino que la permanencia es un reto que el cuerpo técnico y los jugadores algeciristas están cociendo a fuego tan lento que ya es preocupante.

David Rocha, el entrenador del Mérida, lo anunciaba el viernes: iba a ser un partido de duelos individuales. Escobar, el técnico algecirista, lo esperaba. También incluía el algecirista a los emeritenses entre esos equipos que pueden incomodar a los albirrojos, como hace seis días hizo el Murcia de Pablo Alfaro, con resultado de derrota en el Nuevo Mirador. A la vista está que el Mérida también supo sacar provecho de su conocimiento del adversario.

El Algeciras salió a competir, abriendo el juego por las bandas. Antes tuvo que aguantar los arreones iniciales de los romanos, que plantearon una presión alta para asfixiar la salida de balón de los albirrojos. La primera jugada algecirista que generó alguna expectación llegó en el minuto once. Un saque de falta ensayada que puso en juego López-Pinto, pero que el Mérida cortó a la primera de cambio. Ya ocurrió con el Murcia, como en otras ocasiones, el Algeciras tiene un problema serio con las jugadas de estrategia a balón parado: apenas sale una en condiciones.

Otro problema son las tarjetas. El partido en Mérida también dio razones y puntos para consolidar esa mala clasificación algecirista en juego limpio. Borja sumó la quinta, con lo que se perderá el próximo partido frente al Antequera, y Admonio vio otra, todo en cuestión de cuatro minutos. Ya en la segunda parte la vería Zequi

En las indicaciones del planteamiento técnico del partido en cuanto a duelos, Rocha también debió incluir rascar tarjetas amarillas en los contrarios. El exalgecirista Mizzian demostró mucho empeño en esa tarea. De una caída suya en esa búsqueda en el área algecireña empezó una jugada peligrosa del Algeciras, quizás ensayo del gol que llegó después.

El gol del Algeciras llegó poco después, de un pase de López-Pinto a Tomás, que centra y Mario García marcó de espuela ante la presencia del portero del Mérida. Los locales parecieron tocados, encaminados a otra derrota en su casa.

La debacle

El Algeciras fue a por el partido en la segunda parte. Esa fue la sensación en el arranque. Si el Mérida pensó salir fuerte, se encontró con un adversario que mostró algo más de empuje. Los primeros minutos transcurrieron más en el área romana que en la contraria. Al final resultó ser un espejismo. Los de Lolo Escobar fueron cediendo espacio y dejando al Mérida construir una y otra, y otra jugada. En ese tiempo de nebulosa, una reflexión: Diego Esteban tienen que ir recuperando sensaciones, lógico en un jugador que ha estado dos meses fuera de los campos de juego.

Chuma, el goleador emeritense, empezó a demostrar sus maneras en el minuto 51, haciéndose sitio para un duro disparo, buscando el lado izquierdo de la portería de Lucho García, que estaba atento y rechazó.

Pero siete minutos después, el primero del Mérida. Tomás se cae buscando falta de Busi por su banda, quien sigue corriendo con el balón hasta llegar a centrar. Mizzian no pudo en primera instancia, pero Chuma empalmó con fuerza el balón que se coló en la puerta algecirista. Poco pudo hacer Lucho García ante el chutazo.

Ante esta situación, el remedio de los cambios de Lolo Escobar. Otro tanto hizo su homónimo en los romanos. Uno y otro buscaron refresco. Rocha le sacó más resultado a sus relevos, entrando Elejalde, que va poco a poco entrando en juego después de otra lesión muscular.

Internada de Sandoval, que centra raso en presencia de Rafa Roldán, para que remate a pierna cambiada Chuma, delante de Lucho. Gol. 2-1. Elejalde la tuvo para el 3-1 en el 80, y no desaprovechó su oportunidad en el 88, otra vez a pase que le llega desde la banda. Esta vez es Merchán el que es superado. El madrileño, que no celebró su tanto, solo tiene que empujarla. 

El Algeciras vino de vacío de Mérida, y lo peor es la sensación de que no llega o no puede resolver sus partidos, que tiene fuelle justo para encarar los encuentros hasta cierto momento. El calor fue para todos, y puestos a hablar de temperatura, en Algeciras sube grados, pero de preocupación.