La afición del Algeciras Club de Fútbol tendrá que esperar una jornada más para tener la plena tranquilidad de los famosos cuarenta y cinco puntos. La visita del Murcia se presentaba como una buena oportunidad para alcanzarlos – los de Pedro Alfaro llegaban con bajas y haciendo mal juego- pero puesto el balón a rodar esa expectativa fue diluyéndose. Que el Algeciras siga en Primera Federación está muy cerca, al alcance, pero se está cocinando a fuego lento, muy lento.

El partido discurrió en su primer tramo en minutos de tanteo o, dicho de otra forma, en la manera que le convenía al Murcia, bien plantado para obstaculizar en todo lo posible que el Algeciras moviera el balón. Fue el equipo de Pablo Alfaro el que dominó en la mayor parte de los tramos de la primera mitad. El planteamiento del técnico pimentonero se mostró más ambicioso, con las líneas muy juntas cuando tenía el balón el equipo de casa.

Los albirrojos apenas traspasaban la mitad del campo defendido por el Murcia. A partir del minuto 13 empezaron a llegar con algún peligro cerca de la portería defendida por Manu García. El encuentro se dirimía en jugadas aisladas; un saque de esquina que Dani Vega pone para que centrase con intención Alberto González y la pelota terminase siendo despejada por la defensa algecirista; y varias del Algeciras, como un cabezazo de Dani Merchán; una también a balón parado, otra que no llegó al área pequeña del Murcia, o un disparo de López-Pinto.

En el minuto 22 se produjo un posible penalti que protestó Pablo Alfaro desde la banda. Un empujón de Diori a Amin en el área pequeña que el árbitro no penalizó. El balón iba a venía sin peligro. Tampoco ayudó el árbitro en algunos momentos puntuales, cortando por falta jugadas que podían ser continuadas, en los dos casos por el Algeciras.

Un equipo debe imprimir velocidad cuando conviene, y los visitantes se encontraban en sus pases. Eso es lo que hizo el Murcia para poner el balón en el área albirroja en su única gran ocasión de la primera parte, que transformó en gol en el minuto 32. Un balón bien llevado por la banda por Dani Vega terminó, con pase de la muerte, en el pie de Juanmi, que solo tuvo que tocarla para introducirla en la meta de Lucho García.

Y a partir de ese momento, la escuadra de Lolo Escobar a remar contracorriente, con pocos espacios cedidos por el Murcia, por no decir prácticamente ninguno. En el minuto 41, otra jugada de los granas termina generando inquietud en las gradas, pero poco más.

A por la remontada

Escobar, el entrenador del Algeciras, de nuevo decidió cambios para invertir el panorama que ofreció el equipo en los primeros cuarenta y cinco minutos, como ocurrió en Ceuta. Esta vez no esperó y las sustituciones  llegaron en el descanso. Cueto y Diego Esteban suplieron a Zequi, algo desdibujado, y Dani Merchán.

Los albirrojos aumentaron la velocidad en la circulación de la pelota cuando pudieron. Empujaban más, pero el Murcia se mostraba como un hueso muy duro de roer, sin fisuras. Los locales se encontraban encima a un jugador del Murcia cada vez que intentaban crear juego.

Los dos equipos estaban dispuestos a discutir el balón. La muestra, en el 56, cuando el árbitro se dispuso a botar el esférico tras interrumpir el partido por un golpe a Admonio. Era para el Murca pero los algeciristas no terminaban de darle suficiente espacio para echar a rodar otra vez la pelota.

Por peligro, el Murcia generó más. Juanmi, antes de ser sustituido en el minuto 70, sacó directa una falta que Lucho García logró rechazar en dos tiempos. Eran los granas los que controlaban el juego. Para mayor problema, otra vez, el árbitro paró el juego en dos ocasiones por falta a favor del Algeciras cuando la pelota seguía en poder de los albirrojos, y con expectativas de peligro.

Lolo Escobar realizó otros dos nuevos relevos en búsqueda del gol que no llegaba. Mario García y Sardinero entraron por Eric Montes e Iván Turrillo. Los nervios afloraban conforme iban pasando los minutos. Alfaro también hizo los suyos, dando entrada a Pedro León y Álex Rubio.

Corría el minuto 87 y la pelota, enviada por López-Pinto, se paseó por el área del Murcia. Fue a lo más peligroso que llegó el Algeciras en una tarde aciaga, que empezó con grandes expectativas y se transformó en decepción. El visitante Álex Rubio tuvo la sentencia incluso en tiempo de descuento, pero su tiro fue blando y al cuerpo de Lucho. Y López- Pinto también tuvo una buena oportunidad, en la última jugada.

La permanencia llegará otro día. Quedan siete partidos.