El Algeciras CF vive su primera semana tras la marcha de Mané. El reconocido exfutbolista algecireño presentó su dimisión el pasado viernes 1 de noviembre de 2019 y renunció a su cargo como secretario técnico albirrojo, una etapa que inició de manera oficial el 6 de junio de 2018. Mané, que colgó las botas en el Nuevo Mirador al término de la campaña 17/18, puso fin a un periplo de 513 días en los despachos de La Menacha como hombre fuerte en el proyecto deportivo. Su mayor logro, como es evidente, el ansiado ascenso a Segunda división B.

¿Quién llenará ese vacío en la parcela deportiva? ¿Se plantea el Algeciras buscar un sustituto? Por lo pronto, el club no se ha pronunciado de forma pública. Puede que este viernes en la asamblea de socios la directiva que preside Ricardo Alfonso Álvarez aborde el asunto en el turno de ruegos y preguntas.

Según la nueva estructura interna que el Algeciras dio a conocer para la presente temporada, el cargo de Mané, el de secretario técnico, se encontraba bajo la responsabilidad directa de la vicepresidencia jurídica, deportiva y de relaciones institucionales que encabeza Miguel Ángel García Núñez. El abogado retornó a la directiva a petición de sus compañeros tras un paréntesis que él mismo decidió el pasado curso, cuando el equipo de Emilio Fajardo pasó su última gran crisis antes de despegar definitivamente hacia el ascenso.

Nada más colgar las botas, el algecireño fue el elegido para dar una "nueva identidad"

García Núñez y Mané fueron los principales artífices del proyecto que el Algeciras emprendió para la andadura 2017/18 con una apuesta valiente de la casa para el banquillo como Javi Viso. Aquella tarde del 6 de junio de 2018 se escenificaba un acto que este periódico tituló como “la nueva identidad del Algeciras”. La propuesta se venía rumiando tiempo atrás, sobre todo desde que Mané anunció el 8 de febrero de ese año que tenía decidido colgar las botas como algecirista una vez que terminase esa campaña, la que acabó con José Antonio Asián en el playoff frustrado en Ibiza.

Mané, en su última campaña como futbolista.

Aquella “nueva identidad” solo aguantó hasta diciembre. Por diferentes circunstancias que ya han sido contadas hasta la saciedad (falta de plantilla, tardanza en los fichajes, lesiones, poca paciencia, etc), la cabeza de Viso rodó después del derbi en Los Barrios. El algecireño fue víctima de su gran arranque liguero. La directiva confió entonces de manera provisional en Mané y Miguel Ángel Berlanga -que también colgó las botas-, pero una derrota en Écija justo antes de acabar el año hizo recapacitar al club. Llegó 2019 y llegó Emilio Fajardo. En ese primer mes de enero el nuevo técnico y Mané rearmaron el plantel albirrojo con casi una decena de refuerzos hasta convertirlo en el que desembocó en el ascenso en Socuéllamos.

José Manuel Jiménez Mané continuó al frente de la secretaría técnica para preparar el retorno a la Segunda B. Sin embargo, a lo largo del verano, la relación con el cuerpo técnico dejó traslucir algún que otro roce a la hora de cómo confeccionar la plantilla: el asunto de los porteros, con la cesión a última hora de Pablo Barroso y el no fichaje de Josemi; el caso de Lara, cedido al Torredonjimeno contra la opinión del Mané y otra serie de “decisiones” que el algecireño no compartía y que finalmente le llevaron a tomar la postura de marcharse.

Se abre pues una nueva etapa dentro del actual proyecto del Algeciras. Una etapa sin Mané. El algecireño, que triunfó en Primera división, fue fiel a su palabra cuando habló por primera vez tras el cargo. Él no estaba en el Algeciras por dinero. Estaba para devolver al club a la categoría de bronce y para recuperar una identidad perdida. 513 días, 73 semanas o 17 meses después, que cada algecirista saque sus propias conclusiones.