Más acierto que juego

El Zaragoza, con la victoria sobre la Ponferradina, se acerca a la zona alta de la clasificación más por el acierto en las escasas acciones ofensivas que tuvo que por juego y tras un partido en el que acabó sufriendo tremendamente para conservar el resultado.

El equipo aragonés, que ha encadenado una buena racha de cuatro victorias en los últimos cinco encuentros, volvió a evidenciar que tiene muchos problemas para sacar adelante sus partidos de casa, aunque en esta ocasión acabó acertando a balón parado para llevarse un triunfo que nunca tuvo claro ante un oponente que demostró oficio y buena colocación, razones por las que se encuentra entre los mejores de la categoría.

El conjunto visitante fue el primero en avisar con un par de buenas acciones en los primeros diez minutos. A partir de ahí, ninguno de los contendientes fue capaz de pisar el área rival, por lo que todo el juego transcurrió en el centro del campo.

En la primera ocasión en la que el conjunto maño piso el área abrió el marcador, aunque con bastante fortuna porque fue el lateral Ramírez el que, al intentar despejar un centro de Barkero, mandó el esférico a las mallas de su portería.

El gol no varió las coordenadas del encuentro, que siguió por el mismo camino soporífero. El Zaragoza pagó cara su indolencia porque, cuando ya el primer periodo se encaminaba a su final, una falta botada por Fofo fue cabeceada por Samuel a la red igualando así la contienda.

El conjunto de Paco Herrera dominó el juego en el segundo tiempo hasta que Víctor Rodríguez puso el segundo para despertar a una afición que pide más a su equipo pese al triunfo.