La Unión se reconcilia

La Unión se reconcilió ayer consigo misma al ganar por 2-0 al Ayamonte. El encuentro de la jornada anterior en Cartaya marcó al técnico gualdiverde, Paco Flores, que llegó a decir que en ese momento su equipo era uno de los peores de la categoría. Pero ayer la Unión se sobrepuso a las lesiones de algunos de sus jugadores, que tuvieron que forzar para jugar, y además se alió con la suerte que tanto se ha echado de menos durante la temporada.

La primera parte fue muy igualada. Los dos equipos tranzaban jugadas de ataque, eso sí, sin dar mucho trabajo a los porteros hasta que la Unión se adelantó en un lanzamiento de falta de Estévez que se desvió tras tocar en la barrera y pilló a contrapié al meta Miguel Rosa.

El juego de los gualdiverdes no era muy fluido, pero aun así pisaban más el área contraria que su rival. Carrión, Estévez y Nono tuvieron alguna oportunidad en sus botas, aunque sin acierto. El Ayamonte, que no tenía otra que irse arriba; lo intentó con un cabezazo de Yeyo en un córner y con un disparo de Pozzi sin acierto.

El descanso, ante este panorama, presentaba a priori una segunda parte abierta, pero la Unión no tardó en sentenciar el choque. En el minuto 47 Platero controló el balón en el área y disparó, pero un defensa rechazó el disparo. El esférico cayó en las botas de Pedro Carrión, que fusiló a Miguel Rosa.

Con el 2-0 los visitantes, como confesó tras el partido el técnico Rafael Domínguez, ya pensaban en el próximo partido, vital para amarrar la permanencia de forma matemática. Por su parte, la Unión jugaba más cómoda intentando darle criterio al juego y en algunas ocasiones lo consiguió, con Iván Pelayo manejando el juego de su equipo utilizando como recurso en cambio de orientación. De esa manera los barreños pudieron aumentar su renta. La ocasión más clara la tuvo De Gomar, que estrelló un disparo en el larguero.

El resto de oportunidades también fueron de la Unión. Las que más peligro llevaron las deshizo Miguel Rosa, que tuvo que emplearse a fondo para detener un disparo de Nono y una falta de Estévez.

Sin embargo, al Ayamonte pudo recortar distancias en el 74', pero Chuchú, a puerta vacía en un saque de esquina, la mandó incomprensiblemente por encima del larguero.

Carrión y Pablo Valencia, en jugada personal, también pudieron aumentar la renta, pero el marcador ya no se movería más.