Está escrito que lo que el baloncesto te quita, acaba por devolverlo, a veces hasta aumentado. No ha tardado el deporte del balón naranja en paliar a Udea Algeciras el mal sabor de boca que le dejó su derrota por un solo punto (73-74) ante Morón en la despedida de 2023. Los algecireños han levantado el telón del nuevo año con un triunfo por idéntica diferencia (58-59) sobre el Enrique Soler en el pabellon Guillermo García Pezzi de Melilla después de que un lanzamiento in extremis de Iñaki Ordóñez hiciese literalmente la corbata en el aro cuando las luces del tablero ya habían comenzado a encenderse.

Los que entrena Miki Ortega sacaron adelante una contienda que como es obvio pudo decantarse para cualquier bando principalmente por dos causas, que dicen mucho de su vestuario.

Primero porque a pesar de su delicada situación clasificatoria supieron no descomponerse cuando mediado el segundo cuarto el Enrique Soler lograba distanciarse hasta por nueve puntos (31-22) y parecía que los norteafricanos habían tomado la velocidad de crucero.

Por otro, porque el entrenador de La Línea supo leer que los melillenses acusaban sus problemas interiores. Y es que sus dos pívots, Okanu y Víctor Bafutto Kingsley Okanu, se cargaron tan pronto de personales que acabaron abandonando el duelo mediado el tercer cuarto. El equipo de Algeciras cargó el juego a la pintura y los de casa no encontraban fórmulas para frenar a sus rivales. Las defensas zonales en momentos determinantes también echaron una mano.

El primer cuarto arrancó con un triple visitante y con un parcial de 8-0 que colocaba el luminoso 8-3, pero al final se redujo a un intercambio de golpes hasta el 16-15.

Fue en el segundo capítulo cuando peor lo pasó Udea, espeso en ataque, que llegó a verse nueve abajo para acabar recortando a 31-26.

La vuelta del vestuario fue determinante. Los locales, con una administración cuando menos cuestionable de su preparador Alejandro Alcoba, perdieron a sus dos interiores y eso permitió a los visitantes ir remontando hasta acabar por delante (46-47).

A falta de 1:37 una antideportiva como poco muy rigurosa al croata Jere Vucica y una posterior técnica a Miki Ortega con 58-53 en el luminoso parecía la sentencia. Pero Guillem Vázquez no estuvo nada fino en los lanzamientos libres y dio alas a Udea, que con dos tiros libres del danés Sami Eleraky (el máximo anotador y el más valorado junto a Issa Thiam en los visitantes) volteó el marcador. Melilla disfrutó del último ataque, pero esta vez la moneda cayó del lado de Udea.

La estadística del encuentro se puede consultar en este enlace.

Estadísticas 1

Los resultados de la decimoquinta jornada en la Conferencia Oeste de la LEB Plata y, al término de todos los encuentros, la clasificación actualizada, se puede consultar en este enlace.

Udea afronta el próximo sábado día 13 (19:30) su segundo desplazamiento consecutivo, el que le llevará hasta Albacete para medirse al titular en encuentro de la decimosexta jornada.