Salvi se declara inocente

La salida del paleño Salvador Mendoza Salvi de la Balona está rodeada de polémica. El club, que estaba decidido a prescindir de sus servicios para dar de alta al granadino Ramiro, anunció el martes en nota de prensa que tomaba la decisión empujado por la conducta del futbolista, que no había acudido a la primera sesión preparatoria de la semana sin justificarlo y sin tener autorización. El malagueño asegura que necesitaba resolver unos asuntos personales y contaba con el permiso del técnico, Rafa Escobar, y éste que sólo le autorizó a llegar más tarde que el resto de sus compañeros. Salvi se entrenó ayer como uno más, pero al término de la sesión de trabajo se reunió con el presidente, Alfredo Gallardo, quien le comunicó que hoy hablará con el representante del exterior para tratar de pactar una salida amistosa.

El malagueño Salvi estaba ayer realmente afectado por los últimos acontecimientos. Entre sus quejas dirigió algunas a este periódico, cuyas críticas por su rendimiento en los partidos de la presente temporada considera "desmedidas e injustificadas". Pero sobre todo estaba muy molesto por la forma en que se le ha abierto la puerta de salida en la Real Balompédica, sobre todo porque entiende que, por su conducta, merecía un trato mejor.

"No se está siendo justo conmigo y todo esto me está haciendo daño", dijo. "Lo primero es que Mario Galán se reunió conmigo la semana pasada para que me fuese buscando equipo porque, me dijo, el entrenador no estaba contento con mi rendimiento en los últimos meses y hay cosas que no entiendo".

"Por un lado, si el míster no me quiere desde el partido de Cádiz como se me ha dicho ¿por qué he ido convocado y he jugado después, incluso algún partido del mes de diciembre?" se pregunta. "Además yo he hablado dos veces con Escobar de este asunto porque veía en vuestro periódico que había quejas con mi rendimiento y él me decía que yo tenía que ser titular en este equipo, que siguiese trabajando y que no hiciese caso a los rumores".

"Nadie puede decir que yo haya bajado los brazos en los entrenamientos, ya no entro en la valoración que se haga de mi rendimiento, que me parece que no ha sido justa por parte vuestra, pero fui el primero que le dije a Alfredo Gallardo que no quería ser un lastre para el club y esto se podía haber arreglado sin tanto ruido, porque todos estos comentarios me hacen daño y no creo que lo merezca", se queja.

Con respecto a su polémica ausencia del martes, explica: "A ver, después de hablar con Mario Galán yo el sábado cuando vi que se cambiaba el programa habitual de los entrenamientos de la semana y que íbamos a trabajar el martes en vez del lunes le expliqué al míster que iba a tener problemas para llegar a mi hora e incluso para llegar y él me dijo que no había problema", asegura el futbolista. "Después le comuniqué al capitán que no llegaba a La Línea con tiempo y que me iría el miércoles [por ayer] y al rato me encuentro con la nota del club. Me quedé pillado".

"El presi dice que tenía que haber pedido permiso al club, aunque normalmente estas cosas se arreglan en la caseta, hay quien dice que he pecado de inocente porque en estos momentos no tenía que haber faltado, pero lo he hecho sin maldad y entiendo que el castigo de dar una nota de prensa así es demasiado, porque ahora el que quiera ficharme ve eso y se lo piensa", lamenta.

Por su parte el entrenador, Rafa Escobar, explica: "Sólo le autoricé a llegar más tarde, no a faltar. Y no creo que la fórmula para comunicar que no viene sea enviar un mensaje por whatsapp a Ismael Chico".

Salvi se entrenó ayer, después del trabajo se reunió con el presidente y quedó emplazado a una charla hoy con su representante. "Por cierto, se dice que no quise irme al Écija, a ver qué futbolista sale de un club como la Balona para irse a uno de la cola que además no se sabe ni cómo ni cuándo va a pagar", recalca el futbolista.