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Punto común de Pep y Mou

  • El ideario de los dos técnicos coincide en imponer la 'ley del silencio' a sus futbolistas

José Mourinho y Josep Guardiola encarnan, desde varios puntos de vista, el día y la noche. Pero hay algo en lo que ambos entrenadores coinciden: tanto en el Real Madrid como en el Barcelona impera la ley del silencio.

En la era de la hipercomunicación los dos grandes del fútbol español dan casi cada año un paso más en su proceso de bunkerización.

Primero fue impedir el acceso de los hinchas y los periodistas a los entrenamientos, luego fue el negarle a la prensa el contacto con los jugadores tras esos entrenamientos y ahora llega la prohibición expresa a los futbolistas de dar entrevistas a los medios.

La decisión de tapar la boca a los jugadores es decisión expresa de los entrenadores. Primero fue Guardiola y luego fue Mourinho. "Es una decisión sin fecha, probablemente hasta el final de temporada. Y quizá para la siguiente", señalaron en su momento a dpa en el departamento de prensa del Real Madrid.

Los tentáculos de Mourinho y Guardiola se alargan hacia prácticamente todas las esferas de sus respectivos clubes, pero no pueden llegar más allá del entorno de los equipos que dirigen. Siempre hay un límite.

Así, lo paradójico es que un jugador como Casillas no pueda conversar con la prensa que sigue tradicionalmente al Real Madrid, pero sí puede hablar de su equipo cuando forma parte de la selección española. Así ocurrió esta semana, cuando el capitán del Real Madrid no tuvo problemas en atender entrevistas personalizadas con los medios de comunicación, con los que habló de Mourinho, de su equipo y de la selección.

De hecho, ahora es más fácil obtener declaraciones de los futbolistas a través de sus patrocinadores que de sus clubes. Se podría decir que una empresa de máquinas de afeitar se ha convertido en el mejor intermediario entre jugador y afición, como es el caso de Xabi Alonso o el propio Casillas.

Lo mismo sucede con una de videojuegos que patrocina al argentino Leo Messi u otra de indumentaria deportiva que tiene a Cesc como figura.

Pero es Guardiola el que ejemplifica como pocos el poder de los patrocinadores. En los más de tres años que lleva como técnico del Barcelona, nunca ofreció una entrevista personalizada, algo que ya avisó nada más acceder al cargo, siguiendo las enseñanzas de su admirado Marcelo Bielsa. Sin embargo, el Banco Sabadell consiguió lo que nadie antes: que diera una entrevista -hecha por su amigo David Trueba-, transmitida por internet y otros medios.

Eso sí: como Bielsa, Guardiola ofrece larguísimas ruedas de prensa en las que no elude ningún tema. En este aspecto es diferente a Mourinho, quien decide qué conferencias de prensa le gustan y cuáles no. Ya no sorprende ver a su ayudante, Aitor Karanka, comparecer ante los periodistas antes de un partido.

De todos es conocida la aversión que tiene Sandro Rosell, el presidente del Barcelona, a hablar en público o a conceder entrevistas, un territorio que no domina. Pero esta semana no pudo negarse a conceder una entrevista de una hora a la cadena Al Jazeera.

Rosell está en cierta forma obligado por el sustancioso contrato publicitario firmado con Qatar Foundation, estrechamente ligada a Al Jazeera.

Mientras, Real Madrid y Barcelona aprovechan la imposición del silencio para expandir sus canales de "propaganda", transmitiendo entrevistas a sus jugadores -a la carta, se podría decir- a través de sus webs y televisión del club. Lógicamente, nunca hay grandes titulares.

Muy atrás quedan aquellos tiempos en los que los periodistas se subían a los autos de los jugadores o las estrellas permanecían una hora firmando autógrafos a cientos de fans que les esperaban pacientemente detrás de una valla.

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