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Peyton puede retirarse tranquilo

La defensa de los Denver Broncos destroza a los Panthers para conquistar la Super Bowl

Peyton Manning, con el puño cerrado, celebra el segundo touchdown de los Broncos que sentenciaba la final.
J. J. Medina Granada

09 de febrero 2016 - 05:02

Peyton Manning ya puede retirarse tranquilo. No cuesta imaginárselo al borde de una piscina, apurando una Budweiser como él mismo dijo ayer antes de recibir el Trofeo Vince Lombardi, y deshojando la margarita de si sigue o no. Al quarterback de los Denver Broncos le está costando coger una decisión que su cuerpo tomó hace mucho tiempo. De lo que puede estar seguro es que después de anoche, su tiempo en la NFL tiene el broche que todo jugador desea: retirarse con un anillo de campeón.

Los Denver Broncos se coronaron ayer en Santa Clara (California) como el mejor equipo del mundo. Los de las Rocosas derrotaron a los que partían como favoritos, los Carolina Panthers, por 10-24, en un partido muy táctico en el que la defensa de Denver sacó de quicio a un equipo que llegaba a la final con 17 triunfos y una derrota en toda la temporada. Entrenados por Gary Kubiak, primera persona que gana este trofeo como jugador y como entrenador, los Broncos le regalaron su segundo entorchado a Peyton Manning, uno de los mejores mariscales de campo de la historia, que a sus 39 años y tras la peor temporada de su historia, ha acabado campeonando con una lección de cómo ganar la Super Bowl con apenas 13 pases completados. El delineante de Nueva Orleans se convirtió en el único quarterback en ganar dos anillos con dos franquicias diferentes (la otra fue con los Indianapolis Colts en 2007) y es el jugador que más yardas de pase ha conseguido en la historia de la NFL. Leyenda.

Sin embargo, esto no hubiera sido posible sin la ayuda de sus compañeros de la defensiva. El partido se lo trabajaron y lo ganaron ellos sólos. Basta con dos datos. El primer touchdown de los Broncos lo marcó la defensa mientras Manning lo veía todo desde la banda. Von Miller, elegido jugador más valioso de la Super Bowl del medio siglo, atrapó al mariscal de campo de los Panthers, Cam Newton, y este perdió la pelota, que salió hacia la propia zona de marca de los de Carolina y Malik Jackson se ocupó de certificar los seis puntos para los Broncos. El segundo dato fue que hasta el último cuarto, concretamente a tres minutos del final, Manning no gozó de su primera y gol. ¡A tres minutos del final! Y acabó en un touchdown de CJ Anderson a la carrera que sentenció el Súper Tazón. Todo gracias a una acción similar a la del primero: un sack (placaje al QB) de Von Miller a Newton que provocó el fumble y la recuperación de los de Colorado.

Ya por ese entonces, Newton estaba fuera del partido, aniquilado mentalmente ante una defensa terrible, con Wolfe, Ware y Trevathan evitando todas las opciones de pase y carrera de los Panthers. Al final del partido, el quarterback de Carolina acabó con 18 pases completados de 41, una intercepción y nada menos que 6 sacks. Normal si la línea diseñada por Wade Phillips, coordinador defensivo de los Broncos, hizo que Newton estuviese presionado en más de la mitad de sus lanzamientos.

Manning, que se dedicó a no cometer fallos, se basó en la mejor defensa de la Liga para tener la opción de decidir si se va como un campeón o no. Que Bud le mande muchas cajas, que la publicidad que le hizo anoche no está pagada, para que Peyton quite las hojas: "sí sigo, no sigo, sí sigo, no sigo...".

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