El Juan Ayala del siglo XXI

Un tipo que pertenece a la estirpe de 'los' Ayala, que juega al fútbol y que es de La Línea está predestinado a jugar más tarde o más temprano para la Real Balompédica. Juan [Puerta] Ayala se entrenó ayer por primera vez a las órdenes de Rafa Escobar. No es un jugador más del filial que se suma al trabajo del actual segundo clasificado del grupo IV de Segunda división B. Es, con todo lo que eso significa, el nieto de Juan Ayala. Descendiente directo de un auténtico ídolo de los balonos más añejos, de uno de los mejores futbolistas que han vestido esa centenaria guayabera blanquinegra, cuyo nombre, y no por casualidad, sirve para identificar una calle. Ayer Juan Ayala le entregó, desde el Cielo, el testigo a su nieto. Un joven que, dejando atrás un pasado más o menos turbulento, está decidido a hacerse futbolista, a seguir ampliando una brillante saga de la que también formaron parte sus tío-abuelos

El nuevo Juan Ayala dio sus primeros pasos en la cantera del Deportivo Calderón, después pasó por el San Bernardo, el fútbol-sala… y literalmente se aburrió y se apartó del balompié. "Me vine abajo y no tenía ganas de entrenar, sólo eso", dice.

El pasado verano su madre, Paqui, una reconocida balona, convenció al presidente que le concediese una última oportunidad. Alfredo Gallardo, quien, explica "no podía cerrarle la puerta del club a alguien que lleva ese apellido" se la concedió, aunque eso sí, en el filial de Primera Provincia y con unas exigencias tajantes de buena conducta. El sábado un gol suyo sirvió para que la Balona B derrotase a domicilio al líder de su categoría, el Alcalá del Valle. La recompensa por su transformación no ha tardado en llegar.

"Esto ha sido un premio, siempre he querido que llegase este momento y por fin estoy aquí", comentaba el joven futbolista al terminar su primera sesión de trabajo con la primera plantilla, en la que también participaron los defensas del equipo B Iván y Joe -éste ya casi se puede considerar integrante de pleno derecho de la primera plantilla- y el meta Juanfran.

"Me comprometí a ciertas cosas y durante todo este tiempo he dado la cara, aunque la verdad es que todo ha ido muy rápido", explica. "Podía haber estado aquí antes pero… lo único importante es que ya dejé atrás todo aquello".

"Mi abuelo es un referente, he pensado mucho en él y ahora que estoy aquí voy a hacer todo lo posible para quedarme", acaba. "Si lo logro, bien y si no, pues mala suerte, pero que no quede por mí".

Esta temporada, al haber superado los 23 años, no podrá ser. Pero le queda mucho por delante.