Gurrutxaga, un realista con el corazón 'partío'

En enero de 2004 un joven futbolista de la Real Sociedad emprendió su primera gran aventura lejos de casa... en Algeciras. Zuhaitz Gurrutxaga defendió la elástica albirroja la segunda parte de la temporada 2003/04, la última que los del Nuevo Mirador militaron en Segunda división. El defensa, que apenas gozó de minutos, vivió el descenso deportivo pero a pesar de todo guarda "un buen recuerdo" de la gente, la ciudad y la experiencia en sus seis meses como algecirista.

"La Real estaba en Champions y yo no jugaba nada, no iba convocado, estaba desilusionado un poco y decidí en el mercado de invierno buscar una cesión", relata el ya exjugador que ahora triunfa en el mundo artístico como monologuista y cantante.

"Fui yo el que pidió que me cedierian-confiesa-, en ese momento quería eso porque con 23 años estaba perdiendo la ilusión", explica. "Llegué al límite de los plazos, surgió la opción y era la primera vez que salía de casa... y más lejos no me pude ir", bromeó. "Fue una experiencia que en lo personal me ayudó, en lo deportivo no fue buena".

Gurrutxaga subraya el paso que significó para él venir a Algeciras. "Salía de casa por primera vez. Fue duro por un lado porque estaba solo y tampoco jugaba pero me trataron genial allí".

"Estuve en una casita adosada cerca de la playa, algo impensable en Donosti. Era chavalillo, había alguno que otro de mi edad, pero la mayoría era de un lugar distinto", recuerda.

"Me trataron muy bien, había gente muy alegre, no tengo queja. La ciudad goza de unos alrededores espectaculares, estaba mucho en Tarifa, también te podías ir a Marbella si querías otro rollito, o ir a Gibralar, que es un caso curioso", señala.

Gurru apenas disputó tres encuentro como albirrojo. "No jugaba mucho por desgracia. ¿Por qué? Porque no me lo merecía", sentencia.

El ex de Real y Algeciras se alegra del resurgir de los albirrojos. "Que otra vez estén en Segunda división B y que vayan a jugar con un equipo de Champions... seguro que estarán que arden, sobre todo después de todo lo que han pasado. Es normal que al principio se llevaran un chasquillo porque todos quieren a Madrid y Barça pero eso no tiene que molestarnos", asegura.

"No me arrepiento de aquella etapa porque guardo un grato recuerdo", sostiene el exjugador criado en la Real.