Dormido en los laureles (2-1)

Hay dos formas de analizar la victoria del Algeciras de ayer contra el Utrera: desde un punto de vista numérico, con una victoria muy válida que le permite situarse a un punto del líder, o desde las sensaciones, pésimas con un equipo vagando de nuevo tras verse en clara ventaja en el marcador. Los albirrojos hicieron el trabajo en 15 minutos, con tantos de Dani Hedrera y David Camps pero luego fueron a menos hasta desconectarse del partido de una manera intolerable y perpetrando una segunda mitad insufrible. No es la primera vez que los algeciristas se duermen en los laureles de la victoria pero más vale que sea la última porque no todos los rivales van a ser tan inocentes arriba como lo fue el Guadalcacín hace dos semanas o como ayer el Utrera, que sacó los colores al equipo de casa a pesar de marcharse sin premio.

El conjunto de David Gutiérrez Guti pasó de nuevo de una posible goleada a un partido horroroso, de los peores en el Mirador en mucho tiempo y todo en noventa minutos. El técnico algecireño tiene que corregir esa bipolaridad antes de que se vuelva crónica y la primera medida para hacerlo fue explotar en el vestuario y en rueda de prensa, aunque parece que hará falta algo más. Salvó la tarde la pegada que este año sí tiene el Algeciras y un Jesús Romero que mejoró al resto y evitó males mayores hasta que encajó un tanto en el último suspiro del partido que premió la superioridad del rival.

El conjunto de casa entró enchufado al campo, como precisa un partido en el Nuevo Mirador, con más de 1.500 espectadores, un lujo en esta categoría. El Utrera dio aviso de que no venía a ser un juguete en manos del Algeciras y Pozo tuvo la primera ocasión después de un fallo de coordinación de la defensa algecirista. Su disparo se fue alto. Sería una constante en gran parte del encuentro, muchas imprecisiones y fallos en la salida del balón ante la presión utrerana y el ataque del rival incapaz de encontrar portería, o encontrándose con el Gato.

El Algeciras, eso sí, cuando salía al ataque creaba mucho peligro, se olía el tanto. Pablo Ganet continuó bien una jugada iniciada por Ayala pero su disparo lo sacó mesa de la línea de gol. Pero no iba a tardar en llegar. Al siguiente minuto, Dani Hedrera entró con todo y remató a gol un córner bien ejecutado por Juanma y puso el 1-0.

Cuatro minutos después, en el 16', resolvió Camps. Dani Gallardo se marcó una gran jugada personal por la izquierda y, desde la línea de fondo, puso el balón atrás, en el sitio en el que se encontraba el pistolero. Bang. 2-0.

"Bueno, se acabó", comentaba un aficionado en tribuna. Y así fue, con todas las consecuencias. El Algeciras fue bajando el volumen de su juego progresivamente. Primero calmando el duelo pero controlándolo, lo que no está mal, pero se le fue la mano ante un Utrera no bajó los brazos ganó terreno y acumuló llegada más o menos claras, con más o menos acierto.

El conjunto de Guti no aprovechó espacios y no tendría otra ocasión hasta un centro de Ayala -el más metido- que no encontró rematador. Mientras, Romero salvó con una doble intervención de mucho mérito el tanto del Utrera. El equipo, y especialmente algunos jugadores, cayeron en la autocomplacencia. Futbolistas como Tano -que sigue incómodo en la banda- y Juanma deben entender que en el Algeciras Club de Fútbol no es suficiente con la calidad, que la tienen.

La segunda parte fue insufrible. El Algeciras perdió el compás y no pudo encontrarlo ni cuando quiso, desafinó el centro del campo y el ataque en la presión y se quedó a merced de un sorprendido Utrera, que no supo cómo gestionar su superioridad. Si marcaba, tenía una ocasión buena para llevarse el partido. Los sevillanos ganaron el centro del campo, e balón, las segundas jugadas, las batallas individuales pero el conjunto de Miguel Ángel Montoya fue blando a partir de los tres cuartos.

La afición del Nuevo Mirador fue comprensible con la pájara de su equipo -también porque el marcador reflejaba un 2-0- y le ayudó intentando animar a los suyos, también un David Guti que no dejaba de gritar en la banda. Nada. Un buen centro de Josemi lo remató Anaya en el 58' pero salvó el tercero el meta local. El propio Anaya salvó in extremis el 2-1 en el 65', que eso sí que hubiese sido un lío.

Sólo Camps pudo hacer más daño en alguna contra. Los cambios tampoco mejoraron la situación, y Pato entró para 16 minutos antes de lesionarse. Arsen debutó pero no tocó la pelota.

A falta de diez minutos, el público, visiblemente enfadado con el espectáculo, hubo quien lo hizo saber, comenzaba a dejar el campo. Total, el equipo de casa hacía ya un rato que se había ido del encuentro. Sólo se perdió el tanto del Utrera, en la última jugada del partido.

El Algeciras consiguió así, con muy mal sabor y peores sensaciones, una victoria importante, la tercera consecutiva, con cuatro semanas sin perder y unos números de líderes, aunque no lo sea. Eso sí, está más cerca el primer puesto del Arcos que pinchó en casa y está ya a un solo punto. Otra cosa son las formas, preocupante, sobre todo porque viene el Betis B de José Juan Romero, la bestia negra de Guti y de los suyos.

Romero

Máiquez

Gallardo

Hedrera

Anaya

Josemi

Ganet

Ayala

Tano (Pato, 62') s.c.(Arsen, 79') s.c.

Juanma (Iván, 69')

Camps

Ayala

Peke

Quico

Mesa Cruz

(Barrios, 77')

Juanjo

Facu (Salvi, 62')

Titi

(Miguel, 81') s.c.

Pozo

Blanco Isra

Árbitro: García González (Málaga). Expulsó al técnico visitante Montoya (90') y amonestó a los los visitantes Mesa (32'), Cruz (63'), Juanjo (72') y Blanco (90'). Goles:1-0 (12') Dani Hedrera. 2-0 (15') David Camps. 2-1 (92') Juanjo. Incidencias: Décima jornada en el grupo X de Tercera disputado en el Nuevo Mirador ante más de 1.500 espectadores.