Día 1 después del Chelsea
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Tras haber perdido sus opciones en Liga y Champions en apenas tres días, el Barcelona afronta el futuro con la continuidad de Guardiola como principal incógnita
El Barcelona afrontó ayer el día 1 de un futuro repleto de incógnitas, después de quedar tocado por una inesperada sucesión de fracasos. El club más exitoso de la última década en el fútbol mundial tiró la temporada en sólo tres días, el tiempo que tardó en entregar casi todas sus opciones en la Liga y en ser eliminado de la Liga de Campeones. Un golpe durísimo para un equipo que hasta hace una semana había ganado 13 de los últimos 16 títulos que había disputado.
El día después a su caída ante el Chelsea fue más o menos el que se preveía: búsqueda de razones que puedan explicar la decepción, críticas a varios jugadores, alusiones a la mala fortuna, desprecio por el rival que le superó...
Pero más que un análisis sobre lo ocurrido, los debates se centran en el futuro. Y la pregunta más apremiantes es: ¿Seguirá Guardiola sentado en el banquillo del Camp Nou?
Porque nunca antes el club se había mimetizado tanto con la figura de su entrenador, el más exitoso de su historia. Ni siquiera ocurrió algo similar con Johan Cruyff. "En los próximos días decidiremos", aseguró Guardiola tras el partido ante el Chelsea. La plantilla del Barcelona tuvo libre el día de ayer y también el de hoy y se supone que éste debería ser el plazo más idóneo para anunciar una resolución que mantiene en vilo a toda la hinchada culé desde comienzos de año.
"La reunión con Sandro Rosell para hablar de su renovación, anunciada por el propio técnico en rueda de prensa, centra el interés de barcelonismo", expresaba ayer Mundo Deportivo.
"Guardiola es libre de hacer lo que quiera. Solo faltaría. Se lo ha ganado a pulso. Nos ha hecho disfrutar del mejor Barça de la historia y lo ha ganado todo. Sin embargo, desde hoy mismo hay que trabajar para la próxima temporada y las cartas deben estar boca arriba", urgió el diario Sport.
Desde hace meses todo son rumores sobre el futuro de Guardiola y nadie tiene una base sólida a la que agarrarse.
Mientras, las especulaciones inundan las páginas de los periódicos: que si se irá a Inglaterra, que si se queda un año más, que si para continuar deben salir jugadores a los que no puede ver, que si se tomará un año completo de descanso...
Pero un club como el Barcelona no puede estar parado y, según se vio, necesita comenzar a tomar decisiones urgentemente para la próxima temporada poder volver a competir por todo. Y para ello hay que saber quién será el capitán del barco.
El paisaje es imprevisto y desconocido durante la era Guardiola. Ahora el equipo afronta un mes tortuoso, en el que nada se juega, hasta la disputa de la final de la Copa del rey el 25 de mayo ante el Athletic de Bilbao.
Serán semanas llenas de rumores, algo típico en un equipo diseñado para ganarlo todo y que ahora sólo puede aspirar a lo mínimo.
Mientras los más críticos hablan de fin de ciclo, los más mesurados anuncian que el equipo todavía tiene un gran recorrido con piezas tan valiosas como Lionel Messi, Andrés Iniesta, Alexis Sánchez, Sergio Busquets, Cesc Fábregas o Gerard Piqué. A todos ellos les quedan muchos años de fútbol. Precisamente Gerard Piqué pasó la noche del partido ante el Chelsea ingresado en el hospital tras un brutal encontronazo con su compañero Víctor Valdés en la primera parte de la semifinal. Piqué pasó la noche en observación y ayer fue dado de alta, aunque aún deberá estar una semana de reposo.
Ahora al Barcelona le queda el consuelo de ver cómo evolucionó una hinchada que hasta no hace mucho abucheaba a su equipo en cuanto llegaba la más mínima derrota. Lejos del reproche, los aficionados despidieron a su equipo con aplausos y cantando el himno. Una buena base sobre la que acometer reformas pendientes.
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