La Unión Linense de Baloncesto (ULB) adelanta a este viernes (19:00) su penúltimo desplazamiento de la temporada, el que le lleva hasta Cazorla para disputar un partido irrelevante para la clasificación de la segunda fase de la Conferencia Sur de la Liga EBA.

El duelo, salvo sorpresa mayúscula, supondrá la última comparecencia del lituano Andrius Banys con el conjunto albinegro. El base, que llegó en noviembre como relevo de Acquah-David, arrastra un problema meniscal. El jugador pretende operarse lo antes posible para poder estar al cien por cien cuando comience la próxima pretemporada y en vista de que el equipo albinegro nada se juega en las dos últimas jornadas, la directiva de la ULB le va a abrir las puertas para que no regrese de sus vacaciones de Semana Santa.

Cazorla aceptó la petición de la entidad de La Línea, que este fin de semana celebra su conocido Trofeo de Semana Santa, para adelantar el partido al viernes. Los de Vicente González, que vienen de derrotar al líder Enrique Soler de Melilla, afrontan el encuentro con una decena de jugadores. Jakub Kasa, baja de última hora el pasado sábado, se ha recuperado de sus molestias de tobillo y el veterano Lucas Pérez vuelve para ocupar el puesto que deja Dylan Gómez, al que sus obligaciones laborales le impiden desplazarse.

La ULB, que ya ha mejorado sus números en la segunda fase de la temporada pasada, aspira solo a mejorar sus números e incluso a tomarse la revancha por la victoria conseguido por su rival de hoy en la primera vuelta, en un partido resuelto en la prórroga.

Por su parte el conjunto de casa, que comenzó colista la segunda vuelta y que apenas está contando con ocho jugadores, ha mejorado sus cifras con la llegada de Carlos Cardenas al banquillo y ha completado una segunda fase notable.