La Balona abre la puerta a Molo
El defensa almeriense, que debutó en Segunda con el Almería, tiene casi hecho su fichaje por el club albinegro · Una grave lesión le impidió debutar en Primera con Osasuna y procede del Guijuelo
La Balompédica tiene prácticamente cerrada la contratación del defensa Manuel Jesús Casas García, conocido en el fútbol como Molo, un almeriense de 27 años que procede del Guijuelo de Segunda B y que viene a ocupar la plaza que deja libre Romerito.
Hace ya algunos días que Molo y la Balona tienen un acuerdo que sólo les queda rubricar en las próximas horas, cuando limen algunos detalles y el jugador se convierta oficialmente en el noveno fichaje tras las llegadas de Abraham, Rubén Cuesta, Mateo, Rafita, Salvi y los canteranos Iván, Ayala y Joe.
Molo es un central que también puede jugar en los costados y que llegó a disputar cuatro partidos con el Almería en la entonces llamada Segunda A bajo las ordenes de Paco Flores. En 2008 estuvo a punto de debutar con el Osasuna en Primera División, pero una lesión se lo impidió finalmente.
Se formó hasta 2004 en las categorías inferiores del Oriente almeriense y ese año pasó a vivir su primera experiencia senior. Fue con el Comarca de Níjar en el grupo IX de Tercera. Sus actuaciones allí llamaron la atención del Almería, que lo mantuvo en el filial durante una temporada y media, en la que se codeó (y algo más) con el primer equipo. Su entrenador era Unai Emery. En el mercado de invierno de la temporada 2006-07 fue cedido al Figueres, con el que disputó 16 encuentros y anotó un gol en su primera experiencia como futbolista de la categoría de bronce. En el verano de 2007, Molo llegó a un acuerdo para rescindir su contrato con el Almería y marcharse con la carta de libertad bajo al brazo al Villarreal. Iba cargado de ilusión tras firmar por cuatro temporadas, pero al final del primer año tuvo unos roces con el entrenador, Juan Carlos Garrido, que acabaron por forzar su salida antes de tiempo. Recaló en Osasuna, donde permaneció durante tres temporadas en las que iba camino de abrirse la puerta de la Primera división hasta que una grave lesión se lo impidió. Sufrió, cuando iba a ser convocado por el primer equipo, una rotura del ligamento cruzado anterior y el menisco que le condujo por un calvario de complicaciones y operaciones (cuatro) que le llevaron a estar dos años y cuatro meses sin jugar. Volvió a los terrenos de juego en febrero de 2011, ya como jugador del Guijuelo, equipo en el que ha vuelto a sentirse futbolista y que ahora va camino de abandonar para incorporarse a la Balompédica Linense. Será en breve.
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