Escudado en el habitual "seguiré trabajando", el técnico español del Liverpool, Rafael Benítez, afronta su momento más crítico desde que llegara a Inglaterra, donde ha perdido su aura de intocable.

Tras la humillante eliminación en la Copa el miércoles contra el Reading, de Segunda División, tras caer por 2-1 en Anfield, llueven las críticas sobre Benítez, el artífice del título de la Liga de Campeones de 2005 y de la final jugada en 2007.

"¡Adiós, Rafa!", escribió ayer el diario de mayor tirada de Gran Bretaña, The Sun, que añade que el futuro del español "pende de un hilo".

The Daily Mirror considera asimismo que el entrenador español está luchando por mantener su puesto por la "desastrosa" temporada realizada hasta ahora, y The Daily Mail habla de la "larga despedida de Rafa". Incluso el más serio The Times profetiza que Benítez tiene por delante una dura "lucha por subsistir".

Pese a la gran decepción, a que el título de la Premier League ya no es posible y a la eliminación prematura de la Liga de Campeones, el entrenador español no pierde la calma. "Todos hablan de mí, pero yo seguiré trabajando duramente con mi equipo", dijo Benítez, que admitió al mismo tiempo: "Nuestra situación es verdaderamente mala". A las preguntas sobre cómo maneja la presión, el español contestó encogiéndose de hombros: "Yo intento hacerlo lo mejor posible".

En el partido contra el Reading, que lucha por no descender a tercera, el Liverpool se adelantó en el marcador por un autogol de Ryan Bertrand en el minuto 45. En la prolongación, Gylfy Sigurdsson empató de penal y en la prórroga, Shane Long (minuto 100) consumó la primera victoria de los royals en el estadio Anfield Road de Liverpool.

Benítez, que dirige a los reds desde 2004, parece haber sido abandonado por la suerte. El año pasado, su equipo luchó hasta el último momento por el campeonato inglés con el Manchester United. Esta temporada todo salió mal para el Liverpool. El equipo de Benítez da la impresión de cansancio, le falta creatividad y hasta voluntad de victoria.

Los dueños del club se cargaron de razones para despedir a Benítez, con el que mantienen una tensa relación por la política de fichajes, limitada por las dificultades económicas del club. Tras el decepcionante comienzo de temporada, el Liverpool ocupa el séptimo lugar de la tabla. La clasificación para la Liga de Campeones, prometida por Benítez, está aún muy lejos de ser realidad.

Ahora se perdió también la esperanza en la Copa inglesa, de gran tradición y ganada por Benítez y el Liverpool en 2006. Queda sólo la Liga Europa, pero para colmo de males, contra el Reading se lesionaron sus dos grandes estrellas, el capitán Steven Gerrard y el español Fernando Torres. La única buena noticia es la llegada del argentino Maxi Rodríguez, de 29 años, procedente del Atlético, donde coincidió con Torres.

"No sólo me tiene a mí como amigo, sino también a Javier Mascherano, así que podemos ayudarle a adaptarse y por supuesto, él me ayudará a marcar más goles porque da muchas asistencias", dijo el atacante español, que deberá esperar casi dos meses a coincidir con Maxi.