Agentes de la Guardia Civil adscritos a la Compañía Fiscal detuvieron en la noche del viernes al sábado a tres individuos con algo más de 100 kilos de hachís ocultos en el coche. El arresto, por su presunta relación con un delito contra la salud pública, tuvo lugar después de que el can anti-droga apuntara la presencia de gran cantidad de hachís oculto en el coche, con el que pretendían embarcar con destino a la península.

Tras el registro del vehículo se procedió a la localización de distintas tabletas de hachís que, al peso, alcanzaban los 105 kilos. Los agentes de servicio detuvieron a una mujer, ocupante del coche, y dos varones, siendo uno de ellos agente del Cuerpo Nacional de Policía en segunda actividad. No obstante, presentados todos ellos a disposición del juez, en el día de ayer, se ordenó la puesta en libertad de la mujer y del agente, después de que el tercer ocupante se autoinculpara del pretendido pase, evitando la responsabilidad de los otros dos compañeros en cualquier tipo de delito contra la salud pública, según han confirmado fuentes judiciales.

Los controles practicados por la Guardia Civil en el puerto se están saldando con la detección de más cantidad de droga de la habitual. Los intentos de embarque con hachís se llevan a cabo cada vez con mayor asiduidad e intentando cargas de droga cada vez más notorias. La entrada de hachís a través del Tarajal aumenta así como la cantidad de viviendas zulo que son utilizadas para la ocultación de esta droga y su posterior intento de traslado a la península, bien en dobles fondos de coches o bien a través de las mulas que consiguen trasladar hasta un kilo de droga por persona en cada trayecto.