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La tercera vía de los 100x100

Al sur del Sur

Menos la formación de Juan Franco, y no por olvido o error, todos los partidos políticos se han posicionado tras los comprometedores pantallazos compartidos por tres concejalas de Algeciras

Juan Franco -derecha-, en una comparecencia junto a Juan Macías y Javier Vidal. / Erasmo Fenoy

La fecha para convocar las elecciones andaluzas se echa poco a poco encima sin que en el PP-A hayan logrado aclararse en nada respecto al futuro de la Alcaldía de Algeciras. El deseo del partido es hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible; la realidad es un adiós aplazado, apenas oculto tras una colección de sonrisas impostadas.

Obligado por la dirección popular a entregar el carnet de militante y a pasar como no adscrito al Grupo Mixto en el Senado y en el Ayuntamiento, José Ignacio Landaluce se ha convertido para sus antiguos compañeros, parafraseando Rajoy, en “ese señor del que usted me habla”. Aunque sigue mandando, como alcalde y como jefe de filas del PP local. De hecho y como botón de muestra, nadie en el partido -desde que presentó su baja en él, el 10 de diciembre- ha abierto la boca para abordar la creación de una comisión gestora que lleve las riendas de la formación en la ciudad.

“Una vez valorados los hechos y conforme se vayan produciendo los acontecimientos, iremos tomando decisiones”, afirmó el pasado viernes el presidente provincial del PP, Bruno García, apelando a la prudencia o al oráculo. O a que la Fiscalía del Tribunal Supremo haga por ellos el trabajo y decida si admite a trámite la denuncia presentada por el PSOE contra el regidor algecireño, por delitos de malversación de fondos, tráfico de influencias y acoso o abuso sexual. La imputación de los dos primeros podría tener recorrido a la vista de las contrataciones de varias personas como cargos de confianza del Ayuntamiento; el tercero, en cambio, se extinguirá en tanto no haya una supuesta víctima que presente motu proprio una denuncia ante el juzgado.

Los tiempos son clave. Si la Fiscalía abre formalmente diligencias, el estatus de Landaluce pasaría a ser el de investigado y el PP -“conforme se vayan produciendo los acontecimientos”- o el propio afectado se verían obligados a mover ficha. El riesgo es notable teniendo en cuenta que la cita con las urnas en Andalucía tendrá lugar en el primer semestre de 2026 y que, cuanto más se prolongue la espera, mayor será el peligro.

Depender o no de Vox

La estrategia de los populares en España, con la convocatoria sucesiva de elecciones de forma escalonada en varias comunidades autónomas, para llegar con aires de victoria final a las generales, ha tenido su primer capítulo en Extremadura con un resultado agridulce: han logrado que el PSOE se hunda como nunca antes, pero en su huida de Vox se han echado en sus brazos. María Guardiola gobernará, pero con la ultraderecha susurrándole al oído. Luego vendrán Aragón (8 de febrero), Castilla y León (15 de marzo) y, finalmente, Andalucía.

En las últimas elecciones andaluzas, el PP de Juanma Moreno obtuvo 58 diputados, tres por encima del mínimo de la mayoría absoluta, pero el último sondeo del Centra (el llamado CIS andaluz) le daba una horquilla de entre 53 y 55... y con Vox en claro ascenso.

Los 100x100 mantienen una alianza con el PP en la Mancomunidad y en la Diputación de Cádiz, pero no hay que perder de vista que su objetivo más inmediato es lograr representación en el Parlamento de Andalucía

Viendo el tablero y el movimiento de fichas sobre él, hay muchas posibilidades de que el presidente de la Junta pueda verse obligado a seguir los pasos de su colega extremeña. O no. Volviendo a la situación de Landaluce, conviene reparar en las reacciones de los diferentes partidos, desde el PSOE a Vox, pasando por IU, pidiendo al alcalde que asuma responsabilidades a la vista de los comprometedores pantallazos compartidos por tres de sus concejalas. Todas las formaciones políticas se han posicionado, exceptuando los 100x100 de Juan Franco. Y no ha sido por olvido o error.

Desde 2023, el partido impulsado por el alcalde de La Línea mantiene una alianza con el PP en la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar y en la Diputación de Cádiz -lo que implica mesura en las críticas hacia los socios, por lealtad- pero no hay que perder de vista que su objetivo más inmediato es lograr representación en el Parlamento de Andalucía por la provincia de Cádiz. Hay quince escaños por repartir. A priori, el objetivo de lograr el mínimo del 3% -o más- de los votos emitidos en la circunscripción gaditana parece alcanzable. Más aún a la vista del desgaste de populares y socialistas, así como de la desconfianza que despiertan en muchos votantes tanto Vox como la diáspora de formaciones situadas a la izquierda del PSOE.

Queda mucho por pulir y por decidir, empezando por la cabecera de la candidatura, pero los 100x100 han optado por un perfil más propositivo que áspero para presentarse como una tercera vía, con la menor mochila a sus espaldas. De la misma forma que el PP de Aragón espera como agua de mayo que Teruel Existe les dé los escaños que le pueden faltar para tener la mayoría absoluta, sin depender de Vox, Juanma Moreno puede vérselas igual, echando mano de uno o dos parlamentarios gaditanos de los 100x100 para volver a formar Gobierno en la Junta. La declaración de no hostilidad hacia Landaluce va encaminada a allanar ese posible acuerdo y, quién sabe, si también en Algeciras en 2027.

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