El 'SIPM': el servicio de información del ejército franquista en el Campo de Gibraltar (1936-1945)

Tierra de fronteras

Villa León en Algeciras era el centro del servicio de información alemán en el lado norte del Estrecho y la sede de Albert Carbe (alias César), el jefe del espionaje alemán en la zona

Imágenes desconocidas del Campo de Gibraltar del periodo de la Guerra Civil (y II)

Croquis de los túneles de Gibraltar (1939). Espionaje franquista contra Gibraltar
Croquis de los túneles de Gibraltar (1939). Espionaje franquista contra Gibraltar / E.S

Doctor en Historia Contemporánea. Consejero de Número de la Sección 1 del IECG. Cronista de la Villa de Los Barrios.

La Línea, 07 de septiembre 2025 - 04:01

La importancia geoestratégica del Campo de Gibraltar ha provocado que a lo largo de la historia sea un territorio de interés preferente para el espionaje. La época dorada del espionaje en nuestra zona la situamos entre los años 1935 y 1945, en el contexto de la Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial, aunque antes y después de estas fechas ha continuado en menor medida siendo objeto preferente del espionaje mundial.

Planteamos como estaba configurado el espionaje en la comarca durante esta época de la guerra civil y la posguerra y un recorrido por algunos sus lugares emblemáticos menos conocidos como Villa León en Algeciras, dejando a los más conocidos como el Hotel Reina Cristina, la Venta Miraflores, Huerta Grande en Pelayo, Villa Carmela en Puente Mayorga, o el petrolero italiano Olterra.

Hoy día España con una cifra oficiosa de unos 4.000 espías, de los que el 70 % aproximadamente están en la sede central de Madrid, y un 30 % se reparte entre los que están en el extranjero (un 5-10%) y los que están en España, fuera de Madrid (20-25 %). De este 25% hoy día se encuentran presentes en lugares de presencia de posibles yihadistas y de otros problemas, muchos de ellos en Ceuta, Melilla y Gibraltar y su entorno (zona que además de posible presencia yihadista, es zona fronteriza y geoestratégica). Aunque en los últimos años se ha reforzado la presencia en Cataluña.

Croquis de Gibraltar utilizado por el espionaje italiano. 1941
Croquis de Gibraltar utilizado por el espionaje italiano. 1941 / E.S

Burgos, como capital de España de los sublevados, centralizaba, desde el punto de vista de la información, no solo los informes que provenían de la frontera franco-española (Irún y San Juan de Luz), lo que se denominó el SIFNE (Servicio de Información del Frente Norte), sino que también tuvieron una importancia de la que todavía hoy no se le ha dado su lugar, el gran número de agentes e informes que existieron en la zona del Campo de Gibraltar, que centralizada en Algeciras, recogía toda la información generada en la comarca con especial incidencia en Gibraltar, sus posibles contactos con la República y en las últimas fases de la Guerra Civil, los movimientos que se estaban produciendo en Gibraltar con el contexto de tensión internacional que se vivió durante los años 39 y 40.

Estos servicios de información, aunque estaban centralizados en el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM), tenían características de funcionamiento diferentes según que territorios peninsulares fuesen, derivada de las situaciones particulares de cada zona y de las necesidades de información.

Organización de los servicios de información

Los servicios de información franquistas se estructuraron al principio de la Guerra civil en torno a una sola organización conocida con las siglas SIM (Servicio de Información Militar). Esta primera organización nacida en Burgos cambió pronto las siglas por la coincidencia con el Servicio Secreto Republicano (Servicio de Investigación Militar de la que existió una escuela de Información en Barcelona), y pasó a llamarse SIPM (Servicio de Información y Policía Militar) creada en noviembre de 1937. Esta organización se encargó del espionaje y del contraespionaje. Fue fundada por el coronel José Ungría, persona que hasta antes de la guerra había formado parte del personal de Miaja en Madrid y que, al estallar ésta, había huido de la capital del Estado. Al producirse el levantamiento militar de 1936 residía en Madrid. Consiguió refugiarse en la embajada francesa hasta abril de 1937 que con el auxilio de las autoridades francesas logró pasar al país vecino y luego a la zona nacional a través de Marsella.

Fotos del espionaje franquista en Gibraltar, con descripción de posiciones importantes. 1937.
Fotos del espionaje franquista en Gibraltar, con descripción de posiciones importantes. 1937. / E.S

Franco le encargó la reorganización del contraespionaje. Organizó el Servicio de Información y Policía Militar (SIPM) incorporándole grupos dedicados a pasar información a la zona sublevada y coordinando la acción de la "quinta columna". A mediados de 1938 contaba con 20.000 personas trabajando a su servicio en mayor o menor grado. Durante el año 1938 muchas personas de las zonas que se iban ocupando progresivamente fueron interrogadas por las fuerzas del ejército nacional. Los antecedentes de estas personas eran cuidadosamente investigados y lo mismo ocurría con quienes cruzaban las líneas republicanas. Si carecían de amigos o parientes que les avalaran, pasarían meses e incluso años trabajando en batallones de trabajos forzados.

Organización en el Campo de Gibraltar

En el Campo de Gibraltar, la organización del SIPM era bastante amplia y numerosa. Esta organización generó una abundante documentación y su importancia fue vital para el gobierno franquista de Burgos. Estos niveles de importancia fueron variando con el tiempo. Podemos señalar dos fases decisivas y un periodo intermedio donde su interés podemos calificarlo de menor.

Como etapas de prioritarias, podemos citar la primera fase de la guerra, donde la comarca tuvo una influencia capital en el posterior desarrollo de la contienda, y la fase final de la guerra, donde el interés por la situación estratégica de la comarca en el creciente clima de tensión internacional previo a la Segunda Guerra Mundial y la cercanía del Estrecho al norte de África, la situaban en primer plano internacional. Una fase de menor relevancia, y, por tanto, con menos informes enviados, es el periodo intermedio de la Guerra Civil, una vez que la comarca se consolida como retaguardia.

Los temas de más interés en la comarca y sobre los que existe más documentación son las fortificaciones en el Campo de Gibraltar en toda la línea de costas y fortificaciones en Gibraltar; Informaciones sobre la situación militar en Gibraltar y la opinión pública gibraltareña; El campo de aviación del peñón; Información sobre la frontera de Gibraltar. Control de fronteras; Espionaje inglés en la zona del Campo de Gibraltar además lógicamente del espionaje del gobierno de la república en el Campo de Gibraltar, que daría para otro extenso artículo.

Gibraltar. 1937. Con el pretexto de una foto familiar se señalaban los lugares estratégicos.
Gibraltar. 1937. Con el pretexto de una foto familiar se señalaban los lugares estratégicos. / E.S

Los mensajes eran enviados a través de telefonemas cifrados oficiales desde la comandancia militar de Algeciras al Estado Mayor del Ejército de Burgos. Aunque la tipología de los mensajes secretos es muy variada, en líneas generales los métodos que utilizaba la Guardia Civil y el ejército sublevado al principio de la guerra se basaban en telegramas cifrados. El sistema consistía en una tabla de números de 0 al 99 en el que se representaban las letras, varias repetidas y con algunos nulos. Las claves solían tener nombres como: Oviedo, Coruña y similares. Con cierta frecuencia las cambiaban.

Alguno de los tipos de criptogramas que se utilizaron en la zona son, por ejemplo, del tipo parejas de dígitos del 00 al 99, pero que cada vez tenían un valor distinto. Es decir, el dígito 15 podía significar A, D o F dependiendo de si la clave era "I en V", "J en T" o "P en Ch". El uso del diccionario era para traducir, la tabla se utilizaría para invertir el valor del número, es decir si aparecía el número 25 poner el 52 o viceversa. Y por último el disco serviría para sustituir cualquiera de los números que aparecieran por el valor equivalente en cualquiera de los círculos concéntricos. Además de los mensajes cifrados, los radiogramas que emitía la Guardia Civil, eran interceptados, en un primer momento, por el PCE desde una emisora que tenía instalada en París. A través de esta y empleando la misma onda de emisiones de la Guardia Civil y Policía, recogía los cables cifrados, elaborándolos en el plazo de uno o dos días.

La numerosa documentación existente nos hace pensar en la importancia de esta zona para los intereses estratégicos del mando nacional en Burgos.

Informe del SIMP de Algeciras. Espionaje franquista contra la república
Informe del SIMP de Algeciras. Espionaje franquista contra la república / E.S

Existe numerosa documentación sobre la diversidad de informaciones que llegan al cuartel general de Burgos y los diversos conductos por los que llegan haciendo la petición de que se unifiquen todos en uno, ya que a veces ni los propios mandos del Campo de Gibraltar tenían conocimiento de la información que se enviaba. Antes de su unificación, en la comarca enviaban informes de espionaje: el Gobernador militar del Campo de Gibraltar, el General inspector de la Costa Sur, el delegado de Orden Público y Fronteras, el Cónsul General de España en Gibraltar, y la Autoridad de Marina.

Villa León en Algeciras, centro del espionaje alemán

Villa León en Algeciras era el centro del servicio de información alemán en el lado norte del Estrecho y la sede de Albert Carbe (alias César), el jefe del espionaje alemán en la zona. El dueño de Villa León era Luis Granadinos, jefe local de falange y alcalde de Algeciras en 1938. Podemos considerarla el centro del espionaje alemán y el transmisor principal era Villa León, en la calle San Nicolás, un chalet con vistas a la Bahía en aquella época. Era el centro de un sistema de obtención de información que estaba instalado en chalés en el litoral, en la carretera que une Algeciras y La Línea -Villa León, San Luis, Villa Isabel y Haus Keller-, que era denominado “hilera de espías” por parte de los habitantes de Gibraltar. Los miembros de la misión germana observaban el imponente lateral Norte de la Roca desde el despacho del comandante español en La Línea, y la cara Oeste, desde el faro de Punta Carnero.

El sistema permitió a la Alemania nazi, con la connivencia de las autoridades franquistas, obtener información precisa sobre el movimiento de los barcos aliados a través del Estrecho. Las observaciones continuaron hasta bien entrado el verano de 1944. Tampoco habría que obviar la emisora instalada en Pelayo y la venta de Miraflores en San Roque. La libertad de los espías alemanes era tal en la comarca, que, en escrito de las autoridades franquistas, se les pide que sean discretos en sus movimientos y en sus conversaciones.

Villa León en la calle San Nicolás de Algeciras.
Villa León en la calle San Nicolás de Algeciras. / E.S

La presencia de espías británicos en la comarca era de sobra conocido por las fuerzas franquistas, en abril de 1937 ya tenían conocimiento agentes franquistas en Algeciras de la labor del Intelligence Service en la comarca. Destacaban a tres espías británicos, Juan Morrison (descendiente del ingeniero escocés John Morrison Macqueen, que dirigió la construcción del ferrocarril a Bobadilla, y que tiene una céntrica calle en Algeciras). Vivía en Villa Palma, y era el agente nº 569. Jorge Glynn, que vivía en Torres 3, era el agente nº 74, y Silver del que no se dan más datos, solo que vivía en la casita blanca. Estos tres agentes eran los que recibían y trasladaban a Gibraltar todo el servicio de información de la provincia de Cádiz y controlan las obras de fortificación, paso de tropas, material, etc. Sus actividades aumentaron cuando empezaron las obras de fortificación de la costa. Por otra parte, Tarifa fue controlada por un Ingeniero Belga que era un antiguo empleado de la compañía que tiene la contrata del Puerto.

Además de estos agentes, había un capitán de artillería inglés de Gibraltar que pertenecía al War Intelligence Departament, y poseía una finca en Pelayo, por lo que encontraba grandes facilidades para desenvolverse en el servicio de espionaje.

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