PSOE, PP y Sumar frenan el veto de Vox a las fiestas musulmanas: "¿Prohibimos también el sushi?"
Los tres partidos rechazan la Proposición no de Ley de la formación de Abascal a raíz de la petición de usar la plaza de toros de Algeciras para la Fiesta del Cordero
La Junta compara la Fiesta del Cordero con la Navidad después de la polémica desatada por Vox en un colegio de Algeciras
España no prohibirá la celebración pública de fiestas islámicas, como la Fiesta del Cordero, como pedía Vox. Este martes, PSOE, Sumar y PP rechazaron en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley (PNL) presentada por el partido de Santiago Abascal para impedir estas festividades. La iniciativa surgió tras la solicitud del Partido Andalusí, en mayo de este año, para usar la sala de despiece de la plaza de toros de Las Palomas, en Algeciras, con el fin de realizar los sacrificios correspondientes por parte de la comunidad musulmana.
"¿Qué hacemos? ¿Prohibimos también el sushi, las enchiladas o la pizza?", ha respondido el diputado del PSOE Marc Lamuà ante el discurso defendido por el parlamentario de Vox Joaquín Robles. "Soy cristiano y católico y no quiero que se persiga a nadie por su fe. ¿La Alhambra es cultura española? ¿Los musulmanes de Ceuta y Melilla son menos españoles que usted y que yo?", ha intervenido el diputado popular Eduardo Carazo.
Vox fundamentaba su propuesta en que "España es una nación forjada sobre los fundamentos de la filosofía griega, el derecho romano y la civilización cristiana" y que "determinados ritos y celebraciones importadas, como la conocida como Fiesta del cordero, resultan completamente ajenas a los usos y costumbres que han configurado nuestra identidad nacional de forma continuada".
"Ustedes se manifiestan contra los toros, pero defienden el sacrificio de los corderos y fiestas contrarias a nuestro ordenamiento jurídico que jamás se les permitiría a un español", ha manifestado Robles. Para Vox, "más allá de la salvaguardia de la seguridad y de la salud, elementos constitutivos del orden público protegido por la Ley", el desarrollo "en suelo español" de esta festividad "no solo representa un retroceso cultural, sino también un agravio comparativo hacia quienes conservan las tradiciones españolas como una contribución preciosa a la vida espiritual de la sociedad". Tanto en la PNL como en la intervención de Robles, Vox dio por hecho que el Ayuntamiento de Algeciras permitió el sacrificio en la plaza de toros. Esto no es verdad, negó la autorización puesto que es "contraria a la normativa europea".
Jorge Pueyo, del Grupo Parlamentario Plurinacional Sumar, acusó a Vox de ignorar "siete siglos de presencia islámica en España" que parece que "no dejaron ningún legado". "Su patria es muy pequeña, tanto que sólo cabe en sus cabezas", arremetió el diputado que acuso al partido de Abascal de "islamofobia y supremacismo nacional católico", además de exhibir su "ignorancia" y "atentar contra la libertad religiosa".
Para Lamuà, la PNL "parece sacada de un manual reaccionario del siglo XIX" y supone "un ataque a la pluralidad religiosa" por parte de un partido que "confunde cultura con nostalgia". "Huele a incienso y naftalina", dijo el parlamentario, "parece un gag de Faemino y Cansado" y es "inconstitucional".
Según Carazo, el artículo 16 de la Constitución Española, es "suficiente para rechazar una propuesta" que es contraria idea de la "libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley". Precisamente esa tradición cristiana forjada en el derecho romano protege "la libertad de culto" que Vox quiere vulnerar.
Entre otros puntos, Vox proponía reforzar la defensa de la gastronomía tradicional española frente a la cocina halal, que agrupa los alimentos permitidos según las normas del islam. Además, la formación pedía mantener y blindar las fiestas laborales nacionales —como Año Nuevo, la Epifanía, la Asunción, Todos los Santos o la Navidad— y recuperar celebraciones que considera perdidas como Santiago Apóstol, San José, el Corpus Christi o la Ascensión.
Este debate parlamentario resuena con fuerza en el Campo de Gibraltar, donde la comunidad islámica tiene un peso demográfico y social cada vez más relevante.
La del pasado mes de mayo no es la primera vez que se plantea la petición de celebración de la Fiesta del Cordero. Ya en 2005, la Asociación Cultural El Estrecho de Algeciras solicitó el mismo uso del recinto cuando el PSOE gobernaba en coalición con el Partido Andalucista. Entonces, también se topó con las mismas objeciones legales. El año pasado, la Policía Local sancionó a un vecino por arrojar varios corderos ya sacrificados a un contenedor industrial tras la celebración del Eid al-Adha, lo que generó malestar vecinal y reforzó el debate sobre el control sanitario de estas prácticas.
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