La Luna de Sangre se deja ver a medias en los cielos del Campo de Gibraltar
La neblina impide ver el eclipse en toda su plenitud
El cielo del Campo de Gibraltar se ha cubierto esta noche de un velo de neblina que no impidió disfrutar de uno de los fenómenos astronómicos más espectaculares de la década: la Luna de Sangre, un eclipse total que transformó el satélite en un disco rojizo durante más de 80 minutos.
El eclipse comenzó a notarse al caer la tarde, pero fue entre las 19:31 y las 20:53 cuando la Tierra se interpuso por completo entre el Sol y la Luna, proyectando su sombra y filtrando la luz solar a través de la atmósfera. Este efecto físico es el responsable de que la superficie lunar adquiera un tono rojo intenso, que en otras épocas alimentó leyendas de malos augurios y presagios, pero que la ciencia hoy explica con la refracción de la luz.
Esa neblina evitó que la luna de Sangre se viera con toda plenitud, aunque gracias a una imagen tomada por el fotoperiodista Paco Guerrero tomada con un filtro casero —el papel de un bombón— que ilustra esta información se ha podido recrear un momento único. Un recurso “de toda la vida” que sirve para intensificar lo que a simple vista ya era un espectáculo natural sobrecogedor.
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La de anoche fue una de las lunas rojas más largas de los últimos años, con 82 minutos de fase total. Astrónomos y aficionados coinciden en que el Campo de Gibraltar, por su localización y horizontes despejados, es un lugar privilegiado para observar este tipo de fenómenos que mezclan ciencia, belleza y tradición.
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