La gran Ciudad Común Schengen y los aviones espía
Crónicas de la prosperidad compartida
Tras la "prosperidad compartida", la factoría de dibujos animados gibraltareña nos regala un nuevo concepto, al tiempo que la RAF despliega su flota aérea para conocer en detalle el territorio español
No faltó quién, la semana pasada, me recriminó el que estas Crónicas se pretendieran centrar en tiempos pretéritos para desmontar la villa de fantasía en la que se creen vivir en Gibraltar. Me decían, no sin razón, que el británico es un animal de costumbres, ya saben lo de su derecho consuetudinario, y que hablar de su pasado y su presente predice su futuro. Nosotros somos más de improvisaciones y como todo en esta vida, ambas formas de ser tienen sus luces y sus sombras.
Caí en la certeza de las afirmaciones de mi consejero cuando esta semana me encontré con que la republica de bufetes ha reactivado a sus soldados, en concreto a los del grupo encargado de la agitación y propaganda, los del 592 del Código Penal. Los han reactivado en medios de comunicación, ámbito educativo y, por supuesto, el ámbito asociativo.
La tarde del lunes hubo colas de entrada en España, tanto de peatones como de vehículos, y comenzó la lluvia de lágrimas y la fuerte victimización. Curioso que siempre se protesta cuando las colas son de entrada en Corea del Norte. Ya en su día comentamos cómo la imposibilidad de adecuar las instalaciones al flujo de gente que transita entrando y saliendo de la colonia hace que, a la menor incidencia -por ejemplo, un mayor número de tránsitos del habitual- se produzcan colas.
A esas horas no sólo tenemos a turistas y trabajadores volviendo a España, sino también a algunos defraudadores fiscales gibraltareños que residen en España sin pagar impuestos
Pues resulta que en el Campo de Gibraltar tenemos un portento en gestión de fronteras. En la información de Europa Sur tenemos una disección pormenorizada de toda la problemática que derivó en las colas y que, por supuesto, eran culpa de España: que si agentes en prácticas, que si antigüedad de las infraestructuras, en fin. Sr. Marlaska creo que está tardando en fichar a tan ilustrada mente en ingeniería de colas en fronteras, pero tenga en cuenta que tiene ficha en otro club y le va a costar su dinero el fichaje.
Esta gente tiene que vivir 24/7 pendientes de la página web desde la que Gibraltar retransmite sus colas a todo aquel que disponga de una conexión a Internet. No se entiende de otra manera que se acuda raudo y veloz a despachar culpas y reproches.
O, a lo mejor, hay otra explicación. Gibraltar no deja de ser un pueblo en el que todos se conocen. A esas horas no sólo tenemos a turistas y trabajadores volviendo a España, sino también a algunos defraudadores fiscales gibraltareños que residen en España sin pagar impuestos volviendo a sus casas de Guadacorte, por ejemplo. Estos le lloran a un primo, que tiene un vecino, que conoce a alguien en la plaza del Convento y, quizá, desde allí llaman a Corea del Norte y pasan sus discursos para que sean convenientemente difundidos. Para eso se llevan pedrea de los presupuestos llanitos. Como hipótesis podría ser factible.
El culmen llega cuando entre lágrimas se dice: “Tras una jornada de trabajo, nadie debería encontrarse con atascos inesperados que impidan llegar a casa, atender a la familia o incluso acudir a una cita médica”. Y digo yo, estas escusas ya no valen cuando esos mismos trabajadores llegan al cruce del Toril y se encuentran con los habituales atascos para incorporarse a la N-340. El tramo que discurre entre San Roque y Algeciras no es capaz de asumir el volumen de vehículos que la transitan, prácticamente, desde que se desdobló.
Si usted reside en San Roque y trabaja, un poner, en el área industrial de Palmones, sepa que no tiene derecho a no encontrarse con atascos inesperados. Ese derecho laboral solo corresponde al que trabaja en Gibraltar. Consuélese pensando que cambia colas por cotizaciones para la jubilación; el que trabaja en Gibraltar se lo lleva a la inversa.
La Gran Ciudad Común Schengen
Como decían en aquellos dibujos animados, no se vayan todavía, que aún hay más. La factoría de dibujos animados gibraltareña nos regaló un nuevo concepto que abogo porque lo pongan en un gran letrero luminoso a la entrada en Gibraltar, bajo la bandera de la calavera, al estilo del Welcome Fabulous Las Vegas. Quedará bonito después del que dice trabajo esclaviza. Pongan redoble de tambores que va: Gran Ciudad Común Schengen. La mente a la que se le ha caído esta idea bien se merece una visita guiada a las Cuevas de San Miguel, gratis.
Los llantos se convirtieron en cascadas de lágrimas cuando salió adelante una proposición no de ley que exige recuperar la soberanía española sobre Gibraltar. Parece ser que no solo se habían creído lo de la prosperidad compartida, que pensaban que en Corea del Norte todo el mundo tenía asumido que ellos se tienen que llevar la tostada untada por los dos lados... Señal de que no se leen estas Crónicas.
Al paisano de Finisterre y del cabo de Gata le trae al pairo que Gibraltar entre o salga de la UE
En Gibraltar, muchos conciben su territorio como el ombligo del mundo y piensan que desde Finisterre al Cabo de Gata se desayunan informándose de cuantos macacos de Berbería se encuentran de baja fuera de la Reserva Natural. Háganme caso: en España el interés por las cuestiones de Gibraltar y los gibraltareños es inversamente proporcional a la distancia a la que se encuentra de la colonia. Al paisano de Finisterre y del cabo de Gata le trae al pairo que Gibraltar entre o salga de la UE.
Finalizamos octubre sin que a pesar de lo anunciado por nuestro ministro de Asuntos Exteriores se sepa ni una frase del acuerdo fantasma. El nerviosismo empieza a cundir, incluso, entre aquellos con un discurso más síncrono con las tesis gibraltareñas, que han descubierto a estas alturas que encajar legalmente las privilegiadas aspiraciones gibraltareñas va a ser más complicado de lo que parece. Una mañana dominical con dos euros de churros por delante, en la mesa de una cafería, ya pusimos nosotros en evidencia esta perogrullez. Si quieren hacer dinero, inviertan en la venta de ansiolíticos en Gibraltar.
Gibraltar militar
Por último, vamos con lo mollar: Gibraltar militar. Teníamos pendiente este tema, pero no sufran, no voy a empacharles con este opíparo tema. Hoy, solo una tapita.
El británico nos regala los oídos con aquello de que somos aliados en la OTAN, que todo lo militar de Gibraltar es por el bien de la civilización occidental y demás discursos floreados sin contenido ninguno. Pues resulta que en la OTAN no se trabaja el tema Inteligencia, cada estado miembro se gestiona su propia Inteligencia y no tiene obligación de compartirla con los demás.
Existe una restricción puesta por España que prohíbe el sobrevuelo de aeronaves de Estado (como son las militares) sobre el espacio aéreo español, si tienen a Gibraltar como origen o destino de sus vuelos. Esto obliga a los vuelos militares a dar la vuelta a la península ibérica para volar entre Gibraltar y el Reino Unido. Por supuesto, esto hace que cada vuelo salga por un ojo de la cara, así que siempre que pueden utilizan los vuelos comerciales para fines militares (transporte de personal o material), ya que salen más baratos.
La manera de actuar británica con sus aliados nos la sintetizó Lord Palmerston con su conocida frase: “El Reino Unido no tiene amigos ni enemigos, solo intereses”
El problema es que el vuelo se derive y una compañía de los Royal Marines termine en el aeropuerto de Málaga, equipada para hacer maniobras nocturnas por la cuesta de Mister Bond del Peñón. Aunque, seguramente, alguna autoridad española estaría encantada de cederle la calle Larios para la realización de los ejercicios militares y que no pierdan entrenamiento. Si no se lo creen, revisen cómo esta semana EasyJet dispuso a su antojo del aeropuerto de Málaga.
La manera de actuar británica con sus aliados nos la sintetizó Lord Palmerston con su conocida frase: “El Reino Unido no tiene amigos ni enemigos, solo intereses”. Y esto es lo que está haciendo en el ámbito militar. Si bien no extraña, lo vergonzoso es que se haga ante la pasividad de las autoridades españolas; hay países en donde por menos de eso se encerraría a la autoridad por traición.
El día 21 llegó a Gibraltar procedente de Montpellier (Francia) el avión de la RAF Shadow R1 con registro ZZ419. En la propia página web de la RAF se define al Shadow R1 como una aeronave de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento táctico altamente adaptable con sensores avanzados, comunicación por satélite y ayudas defensivas, que ofrece capacidades de vigilancia e inteligencia mejorada.
El problema es que cuando se vuela costeando Andalucía se mapean todas las señales radar españolas si se lleva el botón de los sistemas en 'on'. Pero esto es prosperidad compartida
Si preguntan en Gibraltar le van a decir que venía a calibrar el radar para que no se les pierdan los vuelos de British Airways y EasyJet, y los puedan desviar a Málaga con garantías. El problema es que cuando se vuela costeando Andalucía se mapean todas las señales radar españolas si se lleva el botón de los sistemas en on. Pero esto es prosperidad compartida.
Pero aquí no acaba la cosa. Los días 22 y 23 de octubre tuvimos merodeando por el espacio aéreo español un Beechcraft 200 Super King Air con registro 2-WKTN, que, si bien se identifica como aeronave militar, pertenece a la compañía DEA Specialised Airborne Operations. Esta se publicita en su página web como proveedora en tecnología de servicios especializados de adquisición de datos aéreos.
No vayan a ser mal pensados. Los datos aéreos que recolecta son datos meteorológicos para evitar que algún rayo parta en dos a un despistado macaco de Berbería. Lo complicado es explicar cómo los datos de las rutas que hizo influyen en la meteorología gibraltareña.
Seguramente que la finalidad de esta ruta es llenar de piononos granadinos las protuberancias -los domos- que tiene en su parte superior y que le rompen la aerodinámica.
Dejando a un lado el sarcasmo, resulta indignante que las autoridades españolas permitan a potencias extranjeras hacer Inteligencia de Señales sobrevolando el espacio aéreo español. No vayan a venir con que teníamos a un becario controlando el espacio aéreo. Con la condición de becario debe llevar 30 años en el mismo puesto de trabajo. ¿Quién va a responsabilizarse de esto el día que tengamos un Palomares 2 o las señales interferidas provoquen un accidente? ¿Silbarán todos mirando al cielo como en la no aplicación de Schengen en la Verja?
Si a los británicos les diera algún día por lanzar sobre España un bombardeo, como el que se hicieron sobre Irán, los datos recopilados por estas aeronaves habrán facilitado el éxito de la operación en más de un 70%. Ahora me vendrán con el discurso floreado y sin contenido. Recuerden que es el mismo discurso que Putin le susurraba a los ucranianos. Tampoco descarten que la información recopilada termine en manos marroquíes. Sólo tienen intereses: si necesitan algo de los alauitas, se intercambiarán cromos sin rubor ninguno.
Esto es como si la RAF pusiera un soldado de uniforme en el acceso al Grupo de Artillería Antiaérea I/74 de San Roque tomando notas de las matrículas de los vehículos que entran y salen, a la vista del soldado que realiza labores de seguridad en la garita. Ahora, si a un buque militar español se le ocurre asomar la proa por Gibraltar, le sueltan los perros. Para esto no hay reciprocidad ninguna, ya se sabe que la especialidad jurídica en Gibraltar es la ley del embudo. Pero la culpa de todo esto no es británica, sino de quien lo consiente. Excelentísimos ministros de Defensa y Exteriores: ¿Hay alguien ahí?
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