La flota fantasma de Rusia desafía en el estrecho de Gibraltar las sanciones de la UE y Reino Unido: avistado el petrolero Thron

El buque navega de Primorsk al Canal de Suez pese a que realiza prácticas de transporte consideradas irregulares y de alto riesgo según la Organización Marítima Internacional (OMI)

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El Thron, de la flota fantasma rusa.
El Thron, de la flota fantasma rusa. / Marinetraffic

El estrecho de Gibraltar vuelve a convertirse en paso de la red de buques que Rusia utiliza para evadir sanciones internacionales sobre su petróleo tras la invasión de Ucrania en 2022. Esta vez fue el buque cisterna Thron, parte de la denominada flota fantasma rusa, el que fue avistado este jueves mientras atravesaba el Estrecho de Gibraltar. Con bandera de Comoras (antes de Camerún) y capacidad para transportar de manera segura 105.272 toneladas de peso muerto (DWT), está implicado en el transporte de crudo y productos petrolíferos rusos en violación de múltiples sanciones internacionales.

El buque, según datos de la web de tráfico marítimo Vessel Finder, llegó procedente del puerto de Primorsk (Rusia) y navega con destino al Canal de Suez, adonde tiene previsto llegar el 11 de diciembre. El Thron forma parte de una red creciente de buques rusos sancionados desde 2022. Estas embarcaciones, según fuentes de inteligencia naval, facilitan el transporte de recursos estratégicos, como petróleo, carbón o incluso equipos militares, sorteando embargos y controles internacionales. La estrategia consiste en mantener la fachada de actividad mercante, pero alterar rutas, cambiar nombres o incluso registrar los buques en terceros países con regulaciones marítimas más flexibles. En los últimos dos años, registros previos señalan que este buque ha tenido tres nombres distintos. Se llamó Bambu y luego Chen Lu antes de su denominación actual.

El capitán del buque, Mikhail Aleksandrovich Ivanov, ciudadano ruso, figura como responsable del transporte de estos cargamentos durante la vigencia de la política de embargo del G7+ -el foro compuesto por las siete economías más avanzadas del mundo: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, junto con la Unión Europea como miembro no numerado- y el tope de precios sobre el petróleo ruso. Desde febrero de 2025, el Thron ha sido sancionado por Reino Unido, la Unión Europea, Suiza, Canadá, Australia y Nueva Zelanda por su participación en prácticas de transporte consideradas irregulares y de alto riesgo según la Organización Marítima Internacional (OMI).

El gestor comercial declarado del buque es Chang Bai Shan Shipmanagement, con base en China.

Este petrolero ha visitado puertos estratégicos en todo el mundo, incluyendo Italia, Filipinas, Japón, Corea del Sur, Singapur, Pakistán, España (Las Palmas de Gran Canaria), Indonesia, Kuwait, India, Emiratos Árabes Unidos y Malasia, y ha sido señalado por apagar su sistema de seguimiento AIS en varias ocasiones, dificultando su rastreo.

El avistamiento en el estrecho de Gibraltar se produce en un contexto de creciente vigilancia internacional sobre la flota fantasma rusa, que continúa operando pese a las sanciones y los bloqueos comerciales. Autoridades marítimas y de seguridad siguen de cerca los movimientos de estos buques para garantizar el cumplimiento de las restricciones y la seguridad del tráfico marítimo en uno de los pasos más estratégicos del mundo.

Desde que el estrecho del Bósforo y el estrecho de los Dardanelos (que conectan el Mar Negro con el Mediterráneo) se han vuelto más regulados o sometidos a mayores controles — debido a la guerra en Ucrania y por Turquía — Rusia ha incrementado el uso de rutas alternativas, entre ellas la que pasa por el estrecho de Gibraltar. Según datos del Ministerio de Defensa de España, el paso de buques rusos junto a la comarca había crecido un 50 % en 2024 comparado con 2023.

Más de la mitad del petróleo ruso transportado por mar cruza entre el Atlántico y el Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar en buques sin bandera o bajo registros de conveniencia de países permisivos con estas prácticas. El pasado mes de octubre, la Unión Europea (UE) dio un paso al frente para combatir esta flota fantasma con la que entiende que Moscú financia la invasión de Ucrania y que incluso actúa "como plataforma de lanzamiento para ataques híbridos", un tipo de guerra que mezcla medios convencionales (como las fuerzas militares) con herramientas no convencionales (ciberataques, propaganda, operaciones psicológicas o presión económica).

La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, afirmó entonces tras una reunión de los ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo que la intención es "dar una respuesta más robusta, que incluye más poderes para abordar a los buques de la flota en la sombra". Para ello, los Estados realizarán consultas sobre "las mejores prácticas y las acciones" que pueden adoptar. Además, elaborarán un documento para coordinar cómo se realizarán esos abordajes y las indagaciones previas de los buques. "Esto implica, por supuesto, aplicar las sanciones, pero también cómo contactar con terceros países, los Estados de abanderamiento, y cómo utilizar las herramientas del derecho internacional en relación con el abordaje de buques e investigar a fondo sus actividades", añadió.

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