La OTAN despliega la fragata española Reina Sofía en el Estrecho en pleno aumento del paso de buques rusos

La operación Sea Guardian permite detener y registrar barcos sospechosos, así como salvaguardar infraestructuras críticas y rutas marítimas bajo autorización específica

Rusia vuelve a usar el estrecho de Gibraltar con un buque sancionado por el transporte de armas para la guerra de Ucrania

vigilancia visual de un oficial de la Reina Sofía.
vigilancia visual de un oficial de la Reina Sofía. / E.S.

La OTAN aumenta la seguridad marítima en el estrecho de Gibraltar con el despliegue de la fragata de la Armada española Reina Sofía dentro de la operación Sea Guardian, que permite detener y registrar barcos sospechosos, así como salvaguardar infraestructuras críticas y rutas marítimas bajo autorización específica. La noticia llega en un momento en el que se producen cada vez más avistamientos frente a las costas del Campo de Gibraltar de buques que Rusia utiliza como soporte para la guerra de Ucrania.

Se trata tanto de embarcaciones con bandera rusa sobre los que pesan sanciones por el supuesto transporte de armas para las acciones bélicas en territorio ucraniano, como de las que integran la llamada flota fantasma, formada por buques sin bandera o bajo registros de conveniencia que navegan entre el Atlántico y el Mediterráneo cargados con el petróleo que el Kremlin usa para financiar la guerra.

El Estado Mayor de la Defensa ha confirmado este martes que el despliegue de la Reina Sofía se producirá durante todo el mes de noviembre en las entradas u salidas del estrecho de Gibraltar y aguas internacionales del mar Mediterráneo. La operación Sea Guardian del Mando Marítimo de la OTAN sirve para monitorizar el tráfico, actividades, amenazas y condiciones del entorno marítimo para garantizar la seguridad y actuar llegado el caso para combatir el terrorismo. Ayuda a asegurar rutas marítimas clave, detectar actividades ilícitas (como tráfico de personas, armas o contrabando) y fomentar la estabilidad en una región que es foco de flujos migratorios, tensiones geopolíticas y "presencia de actores no estatales". Se centra en una zona estratégica: por aquí pasa un gran porcentaje del comercio mundial, de los cables de comunicación submarinos y de las rutas de transporte de hidrocarburos hacia Europa.

La fragata Reina Sofía

La fragata Reina Sofía (F-84) de la Armada Española es un buque con más de tres décadas de servicio. Fue botada el 19 de julio de 1989 y entregada a la Armada el 30 de octubre de 1990. Desde su base en la Base Naval de Rota (Cádiz), ha participado en numerosas misiones nacionales e internacionales, consolidándose como uno de los escoltas principales de la flota española. Pertenece a la clase Santa María (F-80), una serie de fragatas de diseño robusto y versátil que han sido el núcleo de la defensa marítima española durante décadas.

La fragata Reina Sofía.
La fragata Reina Sofía. / E.S.

El buque ha desempeñado un papel destacado en misiones internacionales de seguridad marítima y cooperación multilateral. En febrero de 2025, partió desde Rota para integrarse en la Operación Atalanta (EUNAVFOR Somalia), en el océano Índico, donde realizó labores de protección de buques del Programa Mundial de Alimentos y lucha contra la piratería. Tras casi cinco meses de despliegue, regresó en junio de 2025, con más de 200 personas a bordo, un helicóptero SH-60B y un sistema aéreo no tripulado Scan Eagle. Durante la misión, participó en ejercicios conjuntos con la Marina de la India en el mar Arábigo, fortaleciendo la cooperación internacional y el intercambio operativo entre fuerzas navales.

Además de Atalanta, la Reina Sofía ha formado parte de otras operaciones de la OTAN y de la Unión Europea, como la Sea Guardian en el Mediterráneo, contribuyendo a la seguridad de las rutas marítimas y al control de actividades ilícitas.

Flota fantasma

El Estrecho de Gibraltar ha sido un punto clave en las rutas de la flota fantasma. En los primeros seis meses de 2024, más de la mitad del petróleo ruso transportado por mar pasó por esta vía, utilizando buques con una media de 17 años de antigüedad. Esta situación aumenta el riesgo de accidentes y vertidos de crudo, similar al desastre del Prestige en 2002. Pero la previsión es que el número de estos petroleros que cruzan frente a las costas del Campo de Gibraltar y de Ceuta aumente.

Estos buques carecen de seguro internacional y suelen operar sin cumplir con las normativas medioambientales y de seguridad. Su presencia representa una amenaza significativa para el medio ambiente marino y la seguridad de la navegación. La Unión Europea ha expresado su preocupación, advirtiendo que un incidente con la flota fantasma podría provocar derrames de petróleo y otros tipos de contaminación hídrica, con consecuencias devastadoras para la economía azul y las comunidades costeras.

En octubre, la Unión Europea (UE) dio un paso al frente para combatirla cuando los estados acordaron "dar una respuesta más robusta" que incluya más poderes para abordar a estos buques. Para ello, realizará consultas sobre "las mejores prácticas y las acciones" que pueden adoptar. Además, elaborará un documento para coordinar cómo se realizarán esos abordajes y las indagaciones previas de los buques.

stats