La editorial T.E.A. asegura que no ha vendido los psicotécnicos
El Ministerio Fiscal va a pedir copia del expediente de las oposiciones al Ayuntamiento
No se vendió examen alguno por internet. Esa es la respuesta que ha dado la editorial T.E.A. al oficio remitido por el Ministerio Fiscal, en el que se le solicitaban las identidades de las personas que se interesaron por los test psicotécnicos. Según garantiza la empresa a pesar de que hubo interés por parte de terceras personas no se produjo venta alguna de examen, por lo tanto no se puede explotar esta vía de investigación al carecerse de datos sobre los que habrían adquirido los test que luego formaron parte de las pruebas anuladas por la destapada filtración.
¿Ahora qué? Eso depende de lo que decida la Fiscalía. Si seguir adelante por alguna vía que determine o archivar el caso, debido a que la investigación practicada por la UDYCO sólo aportaba indicios y no pruebas. De momento el Ministerio Fiscal va a solicitar copia del expediente administrativo de las oposiciones al Ayuntamiento, lo que demuestra que interés en que se aclare este asunto hay.
De momento, lo único claro en esta historia es que los test se filtraron, que dicha ilegalidad fue denunciada por el presidente del tribunal una vez conocidas las pruebas que lo demostraban y que la UDYCO cuestionaba el comportamiento de los representantes sindicales en el tribunal.
Tal y como adelantó 'El Faro', de la investigación policial se deduce que no hay implicación por parte de Recursos Humanos en esta filtración, que llevó a suspender las pruebas de acceso a las nueve plazas de Policía de barrio ofrecidas por la Ciudad y a la que se presentaban decenas de opositores.
De la investigación sí se desprendía, no obstante, la existencia de indicios de comportamiento irregular en los representantes de UGT y CCOO en el tribunal, al considerarse "llamativo" que ambos preguntaran por el número de test que se iba a llevar a examen y que además anotaran dicho número en un papel. El test de personalidad 16PF-R, el de Baire IG2 y el SCL 90-R, quedaron anotados por ambos sindicalistas que, además, asegura la Policía, insistieron en que se les diera el nombre exacto.
La UDYCO también criticó el comportamiento del representante de UGT en el tribunal, ya que a pesar de tener conocimiento, cuatro o cinco días antes de la suspensión de las pruebas, de posibles filtraciones no lo denunció y porque el sobre en el que le hicieron llegar los test filtrados lo rompió, en vez de facilitarlo, a modo de prueba, a la Policía Nacional o a la Fiscalía.
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