Una sencilla escenografía y testimonios en primera persona son suficientes para trasladar un mensaje potente y con calado: el respeto a la diversidad sexual debe ser la base de una sociedad plural. Es el sentir que un grupo de jóvenes de La Línea ha captado a través de una veintena de testimonios en el documental La cámara del arcoíris como aportación para luchar contra la homofobia.

El proyecto, promovido por la Fundación Márgenes y Vínculos, ha contado con la colaboración del colectivo juvenil linense Lo sé y me importa, la Diputación Provincial de Cádiz y el Ayuntamiento de la ciudad. Durante varias semanas, los alumnos (de 12 a 18 años) han realizado entrevistas a representantes del movimiento LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales), dirigentes políticos y ciudadanos para captar sus impresiones sobre la realidad del colectivo para montar con ellas un documental con el que buscan prevenir que la población juvenil caiga en la discriminación. A su vez, con el programa han aprendido las herramientas básicas para sensibilizar en materia de orientación sexual a través de la comunicación audiovisual.

Si hubiese sabido cómo iba a reaccionar mi familia, hubiera salido antes del armario"

El documental -que se mostrará en los institutos linenses- se estructura en varios bloques que abordan la situación actual en España frente a los 72 países donde ser homosexual está condenado, en ocho de ellos con la pena de muerte. Prestan su experiencia personas como Fran Dorado, de la federación Aleas de IU, quien envía a través de la cámara un mensaje de esperanza hacia quienes se debaten entre la aceptación y las dudas. "Si hubiese sabido cómo iba a reaccionar mi familia, hubiese salido antes del armario", resalta. "Nadie nos ha regalado nada", agrega otro de los testimonios en relación a las agresiones, la exclusión social y, aplicado al ámbito juvenil, el acoso en las aulas frente al que conminan a las familias a tomar un papel activo.

Conceptos como la felicidad, concienciación, paz y respeto se repiten constantemente en las frases de los entrevistados, entre los que se encuentran activistas como Leila Alonso, Cristina Villalba o Queen Lídhia junto a representantes de movimientos sociales como la Marea Violeta o entidades como Amnistía Internacional, que aporta a través de Emilio Sambucety su visión sobre la condena que pesa sobre los homosexuales en multitud de países del mundo.

Una vez escuchados los testimonios, La cámara del arcoíris se traslada a la calle, donde los ciudadanos ratifican el valor de una sociedad diversa frente a quienes buscan poner barreras a los sentimientos. "Hay avances, pero aún queda mucho por hacer", concluye Almudena Pérez, de la Fundación Daniela.

El documental fue proyectado durante el fin de semana en la Casa de la Juventud de La Línea, donde los participantes recibieron un diploma por parte de las autoridades locales y de la Fundación Márgenes y Vínculos.