Las 67 personas que fueron detenidas el pasado martes por la Guardia Civil en las operaciones Laly y Koala contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales comenzaron a pasar a disposición judicial ayer, según fuentes de la investigación. Entre los detenidos los máximos responsables de la organización, un reducido grupo de ciudadanos gibraltareños residentes en el Campo de Gibraltar e integrantes de una conocida banda de la colonia británica.

Los primeros en pasar a disposición del juez, informa Efe, han sido dos hombres detenidos durante los registros efectuados en Cambados, Villagarcía de Arosa, Ribadavia, y Sanxenxo, en Pontevedra. El magistrado ha enviado a uno a prisión y ha decretado libertad con cargos para el segundo.

La banda desarticulada contaba con dos empresas náuticas localizadas en Pontevedra dedicadas a la fabricación de embarcaciones semirrígidas en pequeños astilleros que pretendían pasar más desapercibidos que los desmantelados en diversas localidades el Campo de Gibraltar y otras cercanas.

Además de en Pontevedra, las detenciones y registros se extendieron por las localidades de Algeciras, La Línea, Los Barrios, Chiclana y Alcalá de los Gazules, en Cádiz; Estepona, Mollina, Mijas y Marbella, en Málaga; por Lucena (Córdoba) y por Villarobledo (Albacete).

Unos 400 agentes participaron en los más de 34 registros que se llevaron a cabo en ambas operaciones, en los que los agentes intervinieron armas, dinero en efectivo, vehículos y embarcaciones.