El Campo de Gibraltar registra este martes 118 contagios de coronavirus desde el pasado viernes, de los que uno ha precisado hospitalización, según los datos que la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía hace públicos dos veces por semana. En este periodo de tiempo no se han registrado nuevos fallecimientos relacionados con la Covid-19, por lo que el número de víctimas mortales continúa en 629. 

Según los datos oficiales de esta jornada, muy inferiores a la realidad puesto que los casos más leves no se contabilizan, desde el comienzo de la pandemia se han notificado 52.576 contagios de Covid en el Campo de Gibraltar.

En el caso del segmento de población mayor de 60 años, personas inmunodeprimidas y mujeres embarazadas, hasta la fecha se han confirmado 9.554 positivos (+67 desde el viernes).

Con el nuevo ingreso, la cifra total de personas que ha requerido atención hospitalaria se sitúa en 1.735, si bien no se han producido entradas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), por lo que la cifra permanece en 186 enfermos desde marzo de 2020.  

Las tasas de incidencia entre el colectivo de mayores de 60 años han evolucionado con un aumentos en el área sanitaria de Algeciras, mientras que en la que abarca el hospital de La Línea ha bajado.   

La incidencia por cada 100.000 habitantes a 14 días ha experimentado una nueva subida en el Área Sanitaria del Campo de Gibraltar Oeste (que comprende Algeciras, Los Barrios y Tarifa) de 769,1 a 777,1 casos. En el área Este (La Línea, San Roque, Jimena, Castellar y Tesorillo) se registra un descenso de 369,2 a 339,8.

Por localidades, los datos acumulados son:

• Algeciras: 23.051 (+67) contagios y 305 fallecidos 
• La Línea: 13.510 (+20) contagios y 127 fallecidos
• San Roque: 6.148 (+8) contagios y 54 fallecidos 
• Los Barrios: 4.311 (+7) contagios y 88 fallecidos
• Tarifa: 3.029 (+13) contagios y 36 fallecidos 
• Jimena: 1.314 (+2) contagios y 12 fallecidos 
• Castellar: 798 (+1) contagios y 4 fallecidos
• Tesorillo: 415 (=) contagios y 3 fallecidos

La actual estrategia de control de la enfermedad limita la vigilancia de los casos confirmados a personas con factores de vulnerabilidad y las que precisan hospitalización, dejando de controlarse el resto de casos siempre que no sean graves.