A un 'click' de lo prohibido
El mercado negro ha propiciado que el acceso a las sustancias anabolizantes ilegales sea más sencillo. Hay más información, pero está peor filtrada. También hay más celo judicial y más control policial
Las palabras venta y anabolizantes puestas juntas en el cajetín de búsqueda de Google conducen a numerosos enlaces, foros y direcciones que ofertan este tipo de productos, algunos prohibidos por su composición y otros no aunque sólo se deben tomar bajo prescripción y control médico. Es un síntoma de que acceder a estas sustancias es relativamente asequible. La Udyco del Cuerpo Nacional de Policía de Algeciras desarticuló hace unos días una red que distribuía anabolizantes ilegales a los gimnasios de la comarca. Entre otros, estaba el que los adquiría y los distribuía junto a un colaborador. Se servían de servicios postales de paquetería para los envíos. Un monitor de gimnasio establecía supuestamente los contactos con los consumidores.
Los gimnasios y los centros deportivos del Campo de Gibraltar consultados por este medio informan que hay un importante mercado negro para el que quiera ingerir o inyectarse alguna de estas sustancias y contra el que es muy difícil luchar. Internet lo encabeza ahora. Sostienen que cada vez hay más información, pero que no toda está filtrada adecuadamente. Buceando en la red -y tampoco a grandes profundidades- hay una web que invita a descubrir estas sustancias "minimizando los efectos secundarios producidos y conservando su salud". Ahora se atisba un mayor celo judicial y control policial para un mejor control.
Los centros creen que el uso no está generalizado, aunque sí admiten que las personas que lo ingieren tratan de abrir el abanico en los propios centros argumentando que no pasa nada, que lo hace todo el mundo... Todos los monitores cuestionados se muestran en contra, aunque recuerdan que el mercado está fuera, que maneja mucho dinero y que es muy difícil frenarlo. "Antes era tabú, el que se pinchaba era alguien raro; hoy los chavales, aunque no les hables buscan la información", explica el responsable de uno de ellos. Otro relata que tratan de informar, aunque hay un momento que el consumo no depende de ellos.
Una web especializada cifra que el 75% de aquellos hombres que asisten a un gimnasio y logran resultados notables han usado o usan en algún momento esteroides anabolizantes. Un cliente de un gimnasio de Algeciras explica que este consumo es como la vida, "el que quiere puede y el que no, pues nada". Lo ve mal porque él se ejercita por hacer deporte y no para tener un cuerpo espectacular. Sí ve que tienen cierto éxito las ventas de proteínas. Otro relata que se puede intuir las ingestas, conocidas como ciclos, cuando una persona en poco más de seis meses consigue una corpulencia desmesurada. Se intuye, pero aclara que no es un asunto que se trate de manera abierta y coloquial allí.
Los monitores admiten que ese consumo está ahí, pero se muestran en contra porque lo desvinculan del deporte limpio. Apelan a que debe haber una igualdad competitiva. El problema aparece, según ellos, cuando se piensa más en la estética que en lo deportivo. "Hoy casi todo el mundo quiere tener un cuerpo diez. Lo venden como si no hicieran falta ni entrenarse". Otro compañero de profesión lo lamenta.
El negocio es redondo porque las ganancias son cuantiosas. El delito está en el tráfico, pero también en la tenencia y en el consumo de sustancias peligrosas. El origen de los productos es diverso. Por ejemplo la Guardia Civil desmanteló una red de venta de fármacos después de que un farmacéutico de Navalcarnero denunciara la compra en su establecimiento de una importante cantidad de fármacos usando recetas falsas. El destino era para acelerar el crecimiento muscular. Uno de los compradores era preparador físico en un gimnasio. A su vez los dispensaba tanto dentro como fuera de su ámbito a través de una empresa de paquetería. Vía postal también recibía dopantes de un suministrador portugués.
En otros casos, se han intervenido dosis de hormona de crecimiento humano falsificada importada de China y en otros se han visto implicados médicos que recetaban sin justificación terapéutica y farmacias que aumentaban sus beneficios en muy poco tiempo. También provienen del contrabando de otros países o son sacados ilegalmente de las farmacias estadounidenses o son sintetizados en laboratorios clandestinos. Es usual que procedan de terceros países poco desarrollados pero con tradición farmacéutica.
El uso de los esteroides en adolescentes puede detener su crecimiento o el desarrollo de sus testículos. Altas dosis pueden llevar a producir adicción. Generan tumores hepáticos, ictericia, acné, temblores, infertilidad, calvicie... La venta de estos fármacos suele ir paralela a la de pastillas como la Viagra o de otros medicamentos que minimicen los efectos secundarios.
"Es una rulera rusa. El que dice que no pasa nada es mentira. Yo los intento convencer y les quito las ganas, pero luego en la calle le dicen que no pasa nada. Eso es lo difícil. Lo que no saben son los efectos secundarios que pueden producir", acaba uno de los monitores cuestionados.
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