Los hospitales de La Línea, Jerez y Puerto Real asumen la atención psiquiátrica urgente de Ceuta ante el colapso del servicio
Los tres centros sanitarios se turnan para cubrir por vía telemática y con posibles ingresos los casos graves de salud mental en la ciudad autónoma, que ha quedado sin ningún psiquiatra en activo
Los profesionales denuncian la sobrecarga asistencial y la falta de garantías jurídicas y clínicas
El Hospital Punta de Europa de Algeciras derivará este verano los nuevos casos de cáncer a otros hospitales de la provincia de Cádiz
La sanidad andaluza ha activado un protocolo de emergencia sin precedentes: desde el pasado 18 de julio, los hospitales públicos de la provincia de Cádiz están asumiendo la atención psiquiátrica urgente de los pacientes de Ceuta. Lo hacen por vía telefónica, desde sus guardias, y con posibilidad de derivar a los enfermos más graves para su ingreso hospitalario en la península. El motivo: Ceuta no cuenta actualmente con ningún psiquiatra en activo.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), dependiente del Ministerio de Sanidad y responsable de la sanidad en la ciudad autónoma, comunicó el 18 de julio al Servicio Andaluz de Salud (SAS) su situación de emergencia sanitaria en el área de salud mental. Las bajas médicas simultáneas de los cuatro facultativos especialistas de área (FEA) en Psiquiatría han dejado sin cobertura asistencial a una población de más de 80.000 personas.
Andalucía respondió con un plan de contingencia “solidario y excepcional”, según confirman a Europa Sur fuentes oficiales del SAS, para garantizar al menos la atención en urgencias. La Línea de la Concepción, Jerez y Puerto Real se turnan semanalmente para atender las demandas de Ceuta por vía telemática, siguiendo un protocolo que contempla, además, la posibilidad de traslado en ferry hasta Algeciras y ambulancia de los pacientes para su ingreso en Cádiz o, en caso de falta de camas, en Málaga.
Una solución de urgencia que siembra el malestar
La medida, sin embargo, ha desatado un fuerte malestar entre los profesionales de salud mental de la provincia gaditana, especialmente en el Campo de Gibraltar. Varios equipos de psiquiatras y residentes han emitido comunicados y denuncias internas en las que critican la falta de planificación y de garantías del protocolo.
“Nos están pidiendo valorar por teléfono a pacientes de urgencias de otra comunidad autónoma, sin apenas acceso a su historia clínica, ni posibilidad de seguimiento”, denuncia uno de los facultativos del área de Salud Mental del Campo de Gibraltar tras contactar con este periódico. “Esto es atender a ciegas, sin cobertura legal ni condiciones mínimas de calidad asistencial”.
Desde el punto de vista clínico, los profesionales alertan del impacto sobre los pacientes de Ceuta: una persona con un brote psicótico o conducta suicida puede verse obligada a cruzar en barco el Estrecho y esperar una ambulancia en Algeciras para ser trasladada a La Línea, donde se centraliza buena parte de la atención psiquiátrica urgente. “Esto puede suponer horas de espera en una situación crítica y, si finalmente no requiere ingreso, tendrá que volver sin que nadie le haga seguimiento”, lamentan.
Además, la distancia física dificulta gravemente las visitas familiares durante los ingresos, algo que consideran esencial para la evolución de las patologías mentales.
“Un parche” que tensiona aún más un sistema saturado
Pero el problema no es sólo clínico o ético. También lo es organizativo y estructural. Los profesionales del SAS denuncian que este plan no ha venido acompañado de refuerzos de plantilla ni compensación económica, y que supone una carga extra para una red ya saturada.
“El Campo de Gibraltar lleva años desbordado en salud mental. Y ahora nos piden que atendamos también a Ceuta, sin contrataciones adicionales ni mejoras retributivas. Se apela a la solidaridad, pero es otro parche más sobre un sistema al límite”, señala el comunicado difundido por los FEAs y MIR de la comarca.
Desde el SAS se remiten al carácter temporal del protocolo, que estará vigente hasta que Ceuta logre incorporar al menos dos o tres psiquiatras. Mientras tanto, la cobertura se organiza en rotaciones semanales: Puerto Real del 21 al 27 de julio, La Línea del 28 de julio al 3 de agosto y Jerez del 4 al 10 de agosto. El ciclo se repetirá hasta nuevo aviso.
Si el paciente requiere ingreso, será derivado al hospital de guardia. En caso de falta de camas, el siguiente en la lista asumirá el caso. Y si no hay disponibilidad en toda la provincia, se activará un “plan B” con traslado a Málaga. Todos los costes de desplazamiento —incluido el ferry de ida y vuelta— correrán a cargo del Ingesa.
Falta de transparencia y críticas al Ingesa
En el fondo del conflicto subyace una crítica directa a la gestión sanitaria del Gobierno en Ceuta. Los médicos andaluces subrayan que las carencias del sistema de salud mental en la ciudad autónoma no son nuevas. “La prensa local lleva tiempo advirtiendo de que el Ingesa no cubre bajas, que hay precariedad y falta de planificación. Ahora, la solución es que lo asuma Andalucía”, denuncian.
También hay quejas sobre la opacidad del acuerdo entre el SAS y el Ingesa. “No sabemos cómo se ha negociado esto ni qué implica realmente. Solo que nos han dicho que debemos hacerlo. Y que entra dentro de nuestra actividad asistencial”, relata otro psiquiatra gaditano.
La situación pone de relieve una fragmentación del sistema sanitario en España que se agrava en zonas periféricas o con menor cobertura, como Ceuta. “No podemos seguir trabajando por dos comunidades sin coordinación real ni garantías jurídicas”, concluyen los profesionales.
Mientras tanto, pacientes en situación de vulnerabilidad psicológica y emocional se enfrentan a trámites complejos, traslados penosos y una atención parcial y remota. En el Estrecho, una vez más, la urgencia no es sólo geográfica: es sanitaria, estructural y humana.
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