Ocio
Programación de Otoño en Algeciras

Agotados los 3.000 corderos para la Fiesta del Sacrificio en Ceuta pese a la prohibición lanzada desde Marruecos

El efecto del boicot en redes sociales, el aviso de Rabat y la indecisión de muchas familias dificultan el acceso a última hora

El Partido Andalusí pide usar la plaza de toros de Algeciras para celebrar la Fiesta del Cordero con garantías sanitarias

Preparativos para la Fiesta del Cordero que se celebra este sábado, 7 de junio. / EFE

Quien se acerque hoy a las explotaciones ganaderas de Ceuta con la intención de comprar un cordero para la Fiesta del Sacrificio, que la comunidad musulmana celebrará este sábado 7 de junio, llega tarde. Las 3.000 cabezas de ganado importadas este año se han vendido en su totalidad, pese a que las previsiones iniciales eran menos halagüeñas. El efecto de las redes sociales, el precedente de Marruecosque ha cancelado el rito este 2025 por la sequía— y la indecisión de muchas familias han marcado una campaña que empezó con dudas y ha terminado sin existencias.

Según ha confirmado el Gobierno de Ceuta, este año se redujo en un 25% la cifra de animales importados respecto a 2024, cuando se trajeron unos 4.000 corderos. Sin embargo, la previsión se ha quedado corta: las explotaciones ganaderas han repartido ya todos los ejemplares, con un precio medio de unos 300 euros por unidad. Algunas ventas incluso han superado esa cifra, según fuentes de la Comunidad Musulmana consultadas por la agencia EFE.

“El que ha dejado la compra para última hora no ha encontrado nada”, explican los ganaderos, que ha intentado sin éxito importar más cabezas ante la avalancha final de peticiones. No ha sido posible: un cordero apto para el rito islámico debe pesar más de 40 kilos y tener más de seis meses. Los disponibles ahora no cumplen esos requisitos, y criar un animal con esas condiciones no es tarea de improvisación.

Una reacción tardía tras el boicot

La escasez final ha contrastado con la desconfianza que marcó el inicio de la campaña. Durante semanas se especuló con una baja participación. En redes sociales circularon mensajes promoviendo un boicot a la compra del cordero, alineados con la recomendación del rey Mohamed VI de Marruecos de no celebrar este año el sacrificio para evitar cargas económicas a las familias más humildes.

El gesto marroquí, interpretado como una instrucción tácita, caló también en Ceuta y Melilla, donde gran parte de la comunidad musulmana toma como referente religioso al país vecino antes que a La Meca o a la Comisión Islámica de España. Así ha quedado demostrado en numerosas ocasiones: en la última celebración del Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán, los musulmanes del resto de España celebraron el domingo 30 de marzo, mientras que en Ceuta y Melilla lo hicieron el lunes 31, siguiendo la observación lunar marroquí. Este desfase, que responde más a intereses políticos que astronómicos, vuelve a repetirse este junio.

En Ceuta, el calendario laboral fija el día festivo para el viernes 6, pero el avistamiento de la luna ha desplazado la celebración oficial al sábado 7. Ajenas a la controversia, las autoridades locales ya habían comenzado los preparativos logísticos, habilitando el matadero municipal y cinco mataderos móviles para atender la alta demanda de sacrificios, siempre conforme a la normativa sanitaria vigente.

Una situación que no se replica en la península

Mientras en Ceuta los ganaderos han respondido con eficacia —aunque con un margen de error— a la demanda final, en la península la situación es bien distinta. En ciudades como Algeciras, la comunidad musulmana lleva años pidiendo espacios homologados para cumplir el rito conforme a sus preceptos religiosos y a la ley sanitaria española, que prohíbe sacrificios domésticos sin garantías.

Este año, el Partido Andalusí solicitó —sin éxito— al Ayuntamiento de Algeciras que habilitase la sala de despiece de la plaza de toros de Las Palomas. La petición buscaba evitar situaciones “desagradables” o sancionables, como advierten quienes cada año se enfrentan a la imposibilidad de cumplir con su rito de forma reglada.

La Fiesta del Sacrificio, o Eid al-Adha, conmemora la voluntad del profeta Ibrahim de sacrificar a su hijo en obediencia a Dios. En Ceuta, donde la comunidad musulmana representa más del 40% de la población, esta festividad tiene un peso no solo religioso, sino también social y económico. La falta de corderos este año ha generado inquietud entre quienes confiaron en una adquisición de última hora, y pone sobre la mesa la necesidad de ajustar las previsiones no solo a la demanda real, sino a los vaivenes de la política, las redes y la tradición.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Tribuna de opinión

Anhelando la pureza