Nicolás González destaca en su pregón el cambio de las cofradías

El abogado sanroqueño afincado en Madrid Nicolás González Deleito destacó ayer en el pregón de la Semana Santa que leyó en la parroquia Santa María Coronada la transformación que se ha producido en las cofradías. "Hoy bien organizadas y manteniendo su actividad durante todo el año y que expresan también su fe a través del culto y de una importante acción social. Dedican parte de sus ingresos a obras de caridad y de asistencia a sus propios hermanos y a todos los necesitados".

El pregonero abrió su intervención con los versos que usó José Domingo de Mena en su discurso de 1948, "tal vez sea el pregón por antonomasia de la Semana Santa de San Roque", apuntó. Coincidió con él en la particularidad de las celebraciones sanroqueñas, ya que muchas de sus imágenes anteceden a la propia fundación de la ciudad y fueron traídas de San Roque".

Habló de su designación y su relación con el municipio. "Desde hace demasiado soy un sanroqueño inconstante. Soy consciente de lo inmerecido que tengo de estar en este atril ante el pueblo de San Roque. Vivo fuera de San Roque, pero vivo en San Roque, o, si queréis, San Roque vive en mí".

Recordó su infancia y el cambio que ha experimentado la Semana Santa desde aquellos años. "En este tiempo hemos vivido una fase de renovación de nuestros pasos y ya contamos con algunos verdaderamente notables". Apuntó que si bien entre las imágenes no hay ningún Mena o un Montañés, "ahora tenemos un Ortega Bru, un sanroqueño que es el mejor imaginero del siglo XX y uno de los grandes de todos los tiempos".

No olvidó la capacidad de San Roque de unificar términos como tradición e innovación y el papel que desempeña ahora la mujer. "Se ha consolidado la presencia femenina en nuestras cofradías, que, yendo más allá del tradicional papel de camaristas son ahora tanto costaletas como hermanas mayores".

Posteriormente hizo un recorrido por sus referentes, comenzando por la Magna y describiendo a Jesús en la Oración del Huerto, al Cautivo y Rescatado, al Señor de la Caña, a Nuestro Padre Jesús Nazareno, a la cofradía del Cristo de la Vera Cruz, al Cristo de la Buena Muerte, a Las Angustias y al Santo Entierro.