La Junta declara como mineral el agua del manantial de Zambrana

El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó el pasado 19 de abril la resolución mediante la cual la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta declara como minerales las aguas procedentes del manantial denominado Zambrana a solicitud del propietario de la finca donde nace el manantial dentro del término municipal de Tarifa.

Se trata la resolución favorable a la petición cursada hace ya algunos años por el propietario de la finca, José Trujillo Cabanes, que confirmó la intención de comercializar en el futuro la que será la primera "agua mineral del Campo de Gibraltar" y que podría tener además añadida la marca de Parque Natural del Estrecho.

En su resolución la Junta de Andalucía apunta a que el entorno en el que se sitúa dicho manantial reúne las características hidrogeológicas necesarias para su explotación, de acuerdo con los datos existentes en el Servicio de Minas de esta Consejería y que en cumplimiento de lo estipulado en el artículo 39.2 del Real Decreto 2875/78, de 25 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General para el Régimen de la Minería, el Instituto Tecnológico y Geominero de España ha realizado el correspondiente análisis de las aguas, que figura en el expediente, de acuerdo con el cual no existe inconveniente para que sean declaradas como minerales, por lo que la Delegación Provincial informa positivamente la declaración.

El agua -que mana desde dos puntos diferentes en las coordenadas UTM, huso 30, X=249.095 m, Y=4.000.621 m- lleva años suministrando a la finca y su propietario, consciente de la calidad del agua, llevaba varios años luchando por conseguir el reconocimiento que finalmente ya es un hecho. Ahora en un plazo no superior de un año podrá solicitarse la autorización de explotación de las mismas.

Al manantial se accede tras una escarpada caminata por la falda suroeste de Sierra Plata, que mira desde su mole a la ensenada de Zahara de los Atunes hasta donde el agua brota del interior de la montaña. Desde dos puntos distintos un constante manantial se precipita ladera abajo en un serpenteante y sinuoso recorrido de unos 30 metros salvando rocas y helechos salvajes hasta que es condensada en una rudimentaria presa. A pocos metros hacia el noreste el yacimiento turdetano (prerromano) de la Silla del Papa se convierte el vigilante de estos dos manantiales que curiosamente uno brota con una alta condensación de hierro que impregna de un sabor ácido el agua. El precipicio y la naturaleza hacen que las aguas confluyan en un continuo torrente que pronto podría ser comercializado.