José Escribano, Premio Medicina Gaditana 2023 | Entrevista

"La Atención Primaria es la Cenicienta de la asistencia sanitaria"

El doctor José Escribano, ante la hemeroteca de Europa Sur.

El doctor José Escribano, ante la hemeroteca de Europa Sur. / Jorge del Águila

El doctor José Escribano Serrano, nacido en Tarifa, acaba de recibir el Premio Medicina Gaditana en la modalidad de atención primaria. Casualmente, un paisano, el oftalmólogo Ignacio Vinuesa fue galardonado en la categoría de atención hospitalaria. Durante su discurso, Escribano agradeció al Colegio de Médicos de Cádiz que reconozcan a la Cenicienta de la asistencia sanitaria, en relación con la Medicina de Familia, una especialidad históricamente infravalorada.

“Mi familia me dice que me meto en todos los charcos. Es así, pero siempre encuentro a algún compañero que se mete conmigo. Aunque este premio ponga Pepe Escribano es como esos premios de la lotería o de las cofradías en que se venden papeletas y resulta muy repartido. Son muchas las personas que me han acompañado y yo a ellos. He tenido la inmensa suerte de caminar al lado y detrás de insignes compañeros que han sido mis maestros”, reconoció el galardonado durante su discurso.

El doctor Escribano trabaja actualmente en los consultorios de Taraguilla y la Estación de San Roque. Lleva trece años ejerciendo allí. Dice que son "un tanto especiales" porque cuentan con "un médico y medio". "Y yo soy el medio que atiendo en los dos", ironiza. Por las mañanas, a primera hora, se encarga de sus pacientes en Taraguilla y después se pasa a la Estación. Las guardias las realiza en el centro médico de San Roque del caso histórico. Anteriormente estuvo veintiún años en la barriada de Los Junquillos, en La Línea.

José Escribano, durante su discurso de agradecimiento por el Premio Medicina Gaditana 2023. José Escribano, durante su discurso de agradecimiento por el Premio Medicina Gaditana 2023.

José Escribano, durante su discurso de agradecimiento por el Premio Medicina Gaditana 2023. / Colegio Médicos Cádiz

-Es usted miembro del grupo de trabajo Diabetes de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, del Grupo de estudio de la Diabetes en Atención Primaria y del grupo de estudio de la Enfermedad Renal Diabética de la RedGDPS. ¿Podríamos decir que la diabetes es un pasión?

-Totalmente, al menos a nivel profesional. Todo surgió por un grupo de amigos, casi todos del Campo de Gibraltar, que coincidimos hace más de 50 años en el Colegio Mayor Beato Diego de Cádiz. Yo no tengo hermanos de sangre, pero ellos son mis hermanos mayores, como los doctores Michán y Blanquer. Hacia los años 90 volvimos formamos el Grupo Alcalá, porque nos reuníamos en Alcalá de los Gazules, con idea de hacer investigación e información. Primero nacieron unas jornadas provinciales como una puerta abierta a los compañeros de Primaria para acercarse al riesgo vascular. Después, con la ayuda de la doctora Maribel Fernández, implantamos del plan de detección de retinopatía diabética.

-¿Qué ha supuesto ese plan precoz de detección a nivel andaluz?

-Lo que empezó con ilusión ha permitido que este año se alcancen los 500.000 pacientes en toda Andalucía y que haya recibido premios por toda Europa. Me siento muy orgulloso de haber estado en él prácticamente desde el principio. Otro hito crucial en mi vida profesional fue cuando ingresé en el Grupo de Diabetes de Semergen, donde conocí a otros dos hermanos como fueron los doctores Mancera y Hormigo. Empezamos trabajando en adherencia terapéutica y seguimos en ello.

-¿Podríamos decir que la diabetes se está convirtiendo casi en una pandemia por su alta incidencia en la población?

-Es una enfermedad muy frecuente, desde luego. Los estudios nos indican que cada vez aparece en pacientes más jóvenes, aunque la mayoría de los afectados, alrededor del 90%, tiene más de 50 años. Creo que la obesidad, la alimentación altamente calórica, el sedentarismo y el cambio de vida están provocando que cada vez haya más personas de menos de 50 años diagnosticadas de diabetes. 

"La diabetes cada vez se detecta en pacientes más jóvenes"

-¿Cómo afrontaron la aparición del Covid-19 desde los consultorios donde usted ahora trabaja?

-Todo el mundo habla de la época del confinamiento, pero el golpe más duro que sufrió el Campo de Gibraltar fue al siguiente año, en la Navidad y el enero de 2021. Tuvimos bastantes pérdidas de pacientes. Yo lo pasé en los comienzos de la pandemia y tuvieron que ingresarme por neumonía. Esos primeros tiempos lo tuve que vivir todo desde casa. 

El doctor José Escribano, en un momento de la entrevista. El doctor José Escribano, en un momento de la entrevista.

El doctor José Escribano, en un momento de la entrevista. / Jorge del Águila

-¿Qué opina sobre los problemas que atenazan la Atención Primaria? Me refiero a la alta demanda de pacientes, la falta de profesionales, la enorme burocracia o la falta de inversión, entre otros.

-Sobre eso le puedo hablar poco. En nuestros consultorios trabajamos en una especie de burbuja. Mi funcionamiento, en el día a día, es de pueblo. Como consultorio rural vivimos razonablemente bien, con un cupo de unos 1.200 pacientes por médico, que es un volumen razonable. Por eso no quiero moverme hasta mi jubilación. Nuestras puertas siempre están abiertas, conozco a casi todos mis enfermos y ellos a mí, no tenemos largas listas de espera... No es que estemos parados: empiezo la jornada con 38 citas y, después, lo que va llegando. Pero es un volumen asumible. De 8:00 a 14:00 atiendo a unos 40 pacientes, de media. 

"Nuestras puertas siempre están abiertas: conozco a casi todos mis pacientes y ellos a mí"

-Eso le permite unos 9 minutos para atender a cada paciente... ¿Es mucho o poco tiempo?

-Realmente es poco tiempo. Aunque la cercanía y conocerles te permite dedicarle 15 minutos a uno y 3 a otro.  Otra ventaja es llevar muchos años en el mismo consultorio y centro médico. Está comprobado que tener el mismo médico de cabecera da buen rendimiento a nivel de morbimortalidad. La historia clínica de cada paciente la llevo, más o menos, en la cabeza. Vas creando una gran familia.

-¿La Atención Primaria es un filtro que evita colapsos hospitalarios y de Urgencias?

-Ayudamos a que todo se reconduzca. Los estudios indican que el 95% de las consultas se resuelven en Primaria. Más que nada porque ahora tenemos mucha patología crónica, como diabetes, hipertensión, dislipemia, patologías cardiacas... 

"Está comprobado que tener el mismo médico de cabecera durante muchos años da buen rendimiento a nivel de morbimortalidad"

-¿Qué opina del cambio progresivo de la consulta presencial a la teleconsulta?

-Considero que la consulta telefónica ha sido un acierto. Hablo del modelo mixto que tenemos ahora, que se combina con la presencial. Yo, al día, tengo unas 18 consultas telefónicas con la ventaja de que, en cualquier momento, puede decirte al paciente que venga a verme, si lo considero necesario. Tengo un paciente que es camionero internacional y, cuando me llama, está en Marruecos, Francia, Bélgica... A ése no puedo decirle: 'Vente pa'ca'. 

-¿Tienen mucha carga burocrática?

-Sin duda. Es uno de los problemas de Atención Primaria. Vivimos en la cultura del 'papelito': aunque estés malo de morirte y te vea tu jefe vomitando, necesitas el justificante médico para faltar al trabajo. Ahora se necesita la firma del médico para demostrar lo evidente. El tema de bajas, fe de vida y estado, renovación de recetas y medicaciones banales quita muchísimo tiempo. Se necesita una receta para absolutamente todo y eso requiere una cita con el médico de cabecera.

"Vivimos en la cultura del 'papelito': aunque estés malo de morirte y te vea tu jefe vomitando, necesitas el justificante médico para faltar al trabajo"

-Un médico que trabaja en un centro de salud en Andalucía cobra, de media, unos 8.000 euros menos al año que otro que se dedique a la atención hospitalaria, según el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. 

-Voy a tener que mirar la nómina de mi hija, que es hospitalaria (ríe). La Atención Primaria ha sido muy maltratada. Somos los grandes olvidados. Nos debería corresponder, sin duda, un presupuesto más alto. La parafernalia de los grandes hospitales y las grandes pruebas es muy bonita, por eso, es lo único que sale en la prensa. La Atención Primaria no se conoce y, sin embargo, se nos exige constantemente. Nunca resulta suficiente el servicio que damos. ¿Y eso cómo se logra sin más profesionales?

El doctor José Escribano días después de recibir el Premio Medicina Gaditano en la modalidad de atención primaria. El doctor José Escribano días después de recibir el Premio Medicina Gaditano en la modalidad de atención primaria.

El doctor José Escribano días después de recibir el Premio Medicina Gaditano en la modalidad de atención primaria. / Jorge del Águila

-¿Ha sufrido alguna agresión por parte de pacientes?

-De forma directa, afortunadamente, no. Todos hemos vivido algunos percances y roces en Urgencias, principalmente. Nosotros estamos mucho más tranquilos cuando tenemos guardia de seguridad. Creo que es una demanda que se debería tener en cuenta.

-Con 36 años de trayectoria, tendrá más de una anécdota.

-Me ha pasado de todo. Lo más habitual es tener que pasar consulta en la calle. Hace un rato, sin in más lejos, en Mercadona. Muchos pacientes me llaman don José y otros, Pepe. Algunos incluso, por la singularidad de su caso, tienen mi número de Whastapp. Mi forma de ver la Medicina de Familia implica mucha cercanía, salvo cuando hay que dar noticias duras, que intento separarme un poco para que no me afecte en casa. A veces, se hace duro. 

"Mi forma de ver la Medicina de Familia implica mucha cercanía"

-¿Resulta más complicado acertar con un diagnóstico dedicándose a la Medicina General?

-Lo nuestro es la multiconsulta: de pronto, te llega un paciente al que le duele la cabeza, una pierna, le tocan los análisis... y le tienes que atender en 5 minutos. Esas cosas nos pasan a nosotros. Intentas resolver como puedes, le das importancia a algunas cosas y se las quitas a otras. Nuestra consulta es una incertidumbre diaria. Cuando se abre la puerta no sabes qué te vas a encontrar. Un cardiólogo, por ejemplo, sabe que sus pacientes van a hablarle del corazón. ¡Yo, no! Además, tengo poca capacidad de resolución porque hay multitud de pruebas que no están a nuestro alcance y las citas con el especialista se retrasan mucho. 

-Mucha gente nunca ha ido a su médico de cabeza. Ni lo conoce.

-Somos los grandes desconocidos, a pesar de que nos dedicamos a orientar a los pacientes. Mucha gente se autodiagnostica y se autoderiva a un especialista. A veces, se equivoca. Hemos tenido problemas de ese tipo. El enfoque general es crucial para acertar luego en lo local.

-¿A qué se dedicará en unos años, cuando se jubile?

-A la investigación. Me apasiona. También soy un lector voraz. A través de Semergen, he recopilado y publicado, por ejemplo, las bases de datos sanitarias de la provincia, lo que ha permitido describir las características de la diabetes en nuestro ámbito. Supongo que esa faceta también ha influido para que el Colegio de Médicos me haya concedido este premio, por el que siento un enorme orgullo y, al mismo tiempo, me siento abrumado.

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