Frontex y la vigilancia del Estrecho
Tribuna Libre
Resulta preocupante la falta de acuerdo para renovar la colaboración de Frontex, ya que supondría un gran peligro para España al dejar de tener el apoyo de la agencia
El modelo de fronteras europeo se caracteriza, con carácter general y desde el punto de vista jurídico, por articularse como una competencia compartida entre los Estados Miembros y la Unión Europea así como por el establecimiento de un régimen común de categorías funcionales de fronteras interiores y exteriores.
Con el objetivo de mejorar los procedimientos y métodos de trabajo a nivel cooperativo, el 26 de octubre de 2004 se adoptó el Reglamento de Frontex. En él se regula fundamentalmente este organismo o agencia como una estructura de coordinación para, entre otras acciones, llevar a cabo análisis de riesgos y prestar ayuda a los Estados Miembros sometidos a especiales presiones migratorias mediante una asistencia operativa y técnica en sus fronteras externas y en la lucha contra la delincuencia transfronteriza.
Frontex es un centro de excelencia para las actividades de control fronterizo en las fronteras exteriores de la UE que comparte inteligencia y conocimientos especializados con todos los países comunitarios, así como con los estados vecinos no pertenecientes a la UE que se ven afectados por las tendencias migratorias y la delincuencia transfronteriza. En la actualidad, ofrece y garantiza la seguridad y el buen funcionamiento de las fronteras exteriores.
Su principal tarea es recabar información de los migrantes que alcanzan las costas de manera que permita definir una pauta de las tendencias migratorias y, a partir de ahí, fijar una estrategia para hacerle frente.
Para seguir actuando es preciso que anualmente se renueve la colaboración con cada Estado Miembro, si bien en los últimos días ha trascendido la falta de acuerdo con España debido a discrepancias en lo relativo a la cesión de datos de los inmigrantes que llegan a nuestras costas.
Desde el pasado miércoles permanecen suspendidas las operaciones contra la inmigración en el mar Mediterráneo, en las Islas Canarias y en el mar de Alborán. En estas áreas, Frontex tiene desplegados medios y agentes marítimos y terrestres.
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha alzado la voz calificando de "mala noticia" la decisión de la agencia de suspender sus operaciones tanto en las Islas, en plena crisis migratoria, como en el Mediterráneo.
¿Y en qué puede afectar esta falta de renovación del acuerdo a la zona del Estrecho? Al tratarse de un área donde operan mafias relacionadas con la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, es obvio que se seguirán produciendo estos hechos pero con menor ayuda para España. De igual modo, se dejaría de prestar información sobre personas sospechosas de participar en actividades delictivas, como el tráfico ilícito de inmigrantes, trata de seres humanos y el terrorismo.
Es preocupante que no medie un acuerdo entre las partes, ya que supondría un gran peligro para España dejar de tener la información y el apoyo de Frontex. Es deseable que el buen criterio lleve a prosperar las negociaciones, ya que la situación creada desde hace unos días puede ser perjudicial para las fronteras de nuestro Estado, las del Estrecho en particular. Por su ubicación -con espacios fronterizos de países no comunitarios-, de no existir ese control podría suponer una puerta de entrada para acceder a territorio español a personas que, además de los grupos ya citados, formen parte de estructuras terroristas con graves consecuencias para el resto de miembros de la Unión Europea.
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