La Real Balompédica Linense afronta este domingo 22 de octubre (17:00) ante el líder del grupo IV de la Segunda RFEF, el Marbella FC, uno de esos partidos que valen por dos... y quien sabe si por algo más. No es de extrañar que, a la espera de que no se cumplan las peores previsiones meteorológicas, la expectación sea grande.

Un triunfo de los de Baldomero Hermoso Mere tendría un efecto que va mucho más allá de los tres puntos. Los albinegros acabarían con la condición de invicto del mejor equipo de toda la categoría, que hasta ahora se ha mostrado intratable. Enlazarían dos victorias después de casi diez meses, firmarían su primer triunfo en el rebautizado Ciudad de La Línea y, o se colocarían en plazas de play-off o muy cerquita de las mismas.

Con todo eso, ya se puede dar por hecho que si los balonos celebran un triunfo la hinchada enterrará la ya medio escondida hacha de guerra y dará un voto de confianza a una plantilla puesta en tele de juicio desde pretemporada que está pendiente aún de reforzarse con un defensa.

La situación giraría 180 grados en caso de que la Balona -que hasta la presente solo ha superado a dos conjuntos que ocupan puestos de descenso- cayese ante el bloque que entrena el joven Fran Beltrán.

Los linenses seguirían sin ganar en casa, es probable que regresaran a la plaza de promoción o a las de descenso y resurgiría la tensión que ha venido rodeando a la plantilla desde la tercera jornada, pero muy especialmente, en los dos últimos duelos.

Es obvio que el conjunto de la Costa del Sol, un recién ascendido que ha sorprendido por su brillante comienzo de competición, no llega al duelo tan presionado por sus posibles consecuencias.