La Real Balompédica Linense renuncia al fichaje del delantero Rubén Cruz, a pesar de que llegó a tener un acuerdo con el futbolista. El club en el que milita el ariete, el Utrera de la Tercera división,  exige una contraprestación económica a cambio de su carta de libertad y la entidad de La Línea no contempla esa posibilidad.

Aunque está más que demostrado que en el fútbol hasta que no se cierra el mercado nada se puede dar por hecho, todo indica que Rubén Cruz no jugará esta temporada en la Real Balompédica a pesar de que ese es su deseo porque pretende regresar a la Segunda B.  El presidente, Raffaele Pandalone, había cerrado el acuerdo con el futbolista, hasta el punto de que algunas webs especializadas ya le incluían entre las bajas del equipo sevillano y las altas de la Balona.

Sin embargo el equipo de su ciudad natal, el CD Utrera, en el que recaló el pasado verano procedente del Recreativo de Huelva está decidido a retenerlo y los albinegros no están dispuestos a encarecer el desembolso con el pago de un traspaso. Rubén Cruz ha anotado seis de los 14 goles de los mostrachones en sus diez primeros compromisos.

Es evidente que siempre existe la opción de que haya un acuerdo in extremis, pero la directiva albinegra entiende que el tiempo se acaba, ha acelerado otros contactos y de facto ha renunciado a la contratación del exjugador de Albacete, Recre, Estepona, Melilla, Écija y Cádiz.

En el mercado de invierno ya se marcharon tanto Tato Díaz (que regresó a Italia para jugar en el Taranto) como Javi Forján (cedido al Xerez Deportivo) y el entrenador, Antonio Calderón, aunque públicamente hace malabares para justificar la actual composición de su plantilla, reclama un nueve que acompañe a Pito Camacho y pueda competir con él.