El CD Utrera está dificultando la salida de la entidad del delantero Rubén Cruz, que tiene un acuerdo para incorporarse a la Real Balompédica Linense, con la que disputaría lo que resta de competición en Segunda B. La llegada del ariete a la casa albinegra se retrasa y eso hará que, aunque consiguiese sumarse al equipo en las próximas horas, en caso de que llegue a disputarse el Balona-Marino del próximo domingo, tenga muy complicado poder participar en el mismo.

La Balona, que ya ha dado por cerrado el capítulo de salidas con las cesiones de Forján y Wolosso y la desvinculación de Tato Díaz y Álex Peque, ha sumado a sus filas a Nacho Huertas (Villarrobledo) y Víctor Mena (UD Melilla), pero espera incorporar aún a dos atacantes.

Uno de ellos es Rubén Cruz (Betis B, Estepona, Melila, Écija, Cádiz, Cartagena Recre y Albacete) que ha disputado la primera vuelta de la competición con el equipo de su ciudad natal, el Utrera de Tercera división, al que ha aportado seis goles en ocho encuentros.

El punta y el presidente albinegro, Raffaele Pandalone, cerraron su acuerdo a comienzos de la presente semana, pero la incorporación del jugador se sigue dilatando en el tiempo porque el Utrera no quiere desprenderse de quien considera pieza básica en sus aspiraciones de acabar entre los tres primeros del grupo X-B de Tercera.

Los albinegros, que peinan el mercado en busca de otro delantero, se han concedido un plazo de tiempo para incorporar al sevillano. En caso de que no solucione su situación con los mostachones, todo puede pasar.